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martes, 3 de abril de 2012

Sindicatos de dos mundos

02-04-2012 | El Diario

Distrito Federal– Sin incidentes severos, el “paro general” convocado en España para oponerse a la “reforma laboral” que resta todo derecho a los trabajadores posibilitando sus despidos de manera discrecional, esto es a juicio de los empresarios y sin mayores explicaciones aunque con menos días de liquidación –pasaron de cuarenta y cinco a treinta y tres–, fue bastante más que una advertencia: la imposibilidad de seguir admitiendo que un pequeño grupo de “sabios” disponga de la pobreza general como un instrumento de equilibrio. La verdad, me importa un bledo lo que piensen de esto los economistas siempre dispuestos a justificar los movimientos del capital a costa de quienes menos tienen.

Siempre existen otras salidas para evitar depauperar a la colectividad. Por ejemplo, durante la jornada del “paro”, las televisoras españolas que pudieron salir al aire –las “autonómicas” no lo hicieron, esto es las que se emiten en algunas de las autonomías o entidades en el léxico mexicano–, mantuvieron debates abiertos para ponderar, durante horas, si de verdad era tan necesario recurrir a una reforma laboral tan excesivamente favorable a los empresarios y muy costosa para la clase obrera cuya disminución evidente de conquistas, en un santiamén, más pareció una venganza de la derecha por la tendencia de los mismos a apoyar a los “socialistas”.

En ese breve lapso de veinticuatro horas, algunos periodistas no comprometidos con el gobierno –bastantes más que los mexicanos en la misma situación–, expresaron que podían haberse elevado significativamente las tasas tributarias contra los grandes capitales; por ejemplo, el español más rico, Amancio Ortega Gaona, propietario de la exitosa firma Zara, situado en el séptimo lugar en la lista de los multimillonarios del semanario Forbes que sigue encabezando el mexicano Carlos Slim Helú, en vez de ofertar sus mercancías podría aportar considerables ingresos al gobierno y realizar una especie de campaña entre sus pares, en fortunas, para aliviar la economía española sin necesidad de hacer miserables a miles.

Y no es cosa de juego. Cada día, el número de “parados” –desocupados– aumenta. La cifra se sitúa en España, sin camuflajes, en más de cinco y medio millones de trabajadores “recortados” de sus nóminas. La cuestión es tan grave que las cadenas nacionales de televisión han debido liquidar, haciéndolo público, al veinticinco por cierto de su planta laboral, incluyendo a algunos presentadores de reconocida trayectoria y, desde luego, con sueldos más altos.

Salvo en el fútbol, en donde personajes como Crisitiano Ronaldo y Leonardo Messi cobran un millón de euros al mes por darle patadas al balón bajo escenarios deslumbrantes y cubiertos en su totalidad, en todas las demás actividades se deja sentir el peso de la crisis. Por ejemplo, la emblemática Feria de San Isidro, en Madrid, la más trascendente del mundo taurino se abarató considerablemente este año a cambio de dejar fuera a las tres principales figuras: José Tomás, “El Juli” y Enrique Ponce. Pese a ello, el abono para las corridas está vendido por completo y los estadios se siguen llenado a tope cuando juegan el Real Madrid y el Barcelona contra cualquier adversario, modesto o no. Viendo tal espectáculo uno no puede creer en la ruina de la economía española cuando se pagan 135 euros por un boleto de grada alta –unos dos mil seiscientos pesos–, y es cada vez más difícil, a medida que se acerca el final del campeonato, conseguirlo. ¿De qué hablamos entonces?

Por cierto, se publicó que los honorarios pretendidos por “El Juli” eran similares a los del año pasado: 225 mil euros por corrida –casi cuatro millones y medio de pesos–, lo que revela la desproporción tremenda entre tantos llamados “mileuristas” –que sobreviven con mil euros al mes, unos diecinueve mil pesos–, que son privilegiados si los comparamos con los millones de mexicanos con ingresos mucho menores y trabajos más pesados y peligrosos, salvo los sicarios claro.

Pese a todo lo anterior, los sindicatos no se desbordaron, citaron a huelga general, la cumplieron y sostienen su pulso contra el gobierno de Mariano Rajoy a quien la debacle de los obreros le sirve para pararse el cuello en las “cumbres” europeas en donde es muy felicitado por apretarle el cinturón... a otro; le dicen que ha sido muy valiente y de él salió, días antes de presentar la reforma laboral –aprobada por el clásico “mayoriteo” legislativo–, la sentencia:

– Ya sé que esto me costará una huelga general...

Y le costó, pero sin desbordamientos ni violencia. Esta diferencia con lo que suele ocurrir en México, en donde la disidencia debe extremarse y formar barricadas callejeras para hacerse escuchar –véase el dramático caso de Oaxaca y los mentores rebeldes unidos a otros grupos anarquistas–, nos obliga a reflexionar sobre cuál es la diferencia en el actuar de unos sindicatos, los de allende el mar, y otros, los nuestros. ¿Será que los europeos confían en sus dirigencias y saben que no cesarán de defenderlos, mientras en México los “líderes”, como Joaquín Gamboa Pascoe, se pasean en autos de lujo y vestidos como “dandies” sin el menor pudor ni el menor interés en sus agremiados?

Lo primero, desde luego, conduce al debate, a veces muy agrio y largo, y al ineludible forcejeo callejero con limitaciones de civilidad; lo segundo, en cambio, provee de argumentos incendiarios, de rebeliones encendidas y de hastío general contra el estado de cosas en una nación de hondas desigualdades sociales. Vale mucho la pena analizar sendos contextos para saber siquiera que estamos parados sobre polvorines a punto de estallar por la inercia gubernamental y el cinismo del gran capital.

Quizá por ello, Carlos Slim, el único que ha manifestado su preocupación al respecto, insiste en su teoría sobre la sociedad “de bienestar” en vez de la “de consumo”, esto es para ofrecer los bienes de primera necesidad sin recargas imposibles de solventar, porque de nada sirve tener comercios ricos con una masa consumidora empobrecida y atada de manos. ¿A eso se quiere llegar en España con la insensibilidad característica de la derecha? Y, por otra arte, ¿cuánto resistiremos los mexicanos a las andanadas permanentes de la demagogia oficial que nada resuelve pero sí induce a los ignorantes a creer en lo inexistente como si se tratara de los misterios de la fe?

Por cierto, en la España de hoy se insiste en que se ha perdido el estado “de bienestar”, un paralelismo con la hipótesis de Slim. Lo que sucedió, simplemente, fue el fin de la “burbuja” en donde los españoles asalariados creyeron vivir por siempre, deslumbrados por un artificial poder adquisitivo del que no gozaban desde la Guerra Civil de 1939.

Debate— Pocos se creen que la poderosa maestra, Elba Esther Gordillo –a quien bauticé como “la novia de Chucky” por sus habilidades perversas más que por otra cosa–, de verdad se retire al finalizar el año y con un nuevo mandatario (a) en Los Pinos. Me parece que, en el fondo, comienza a preocuparle la posibilidad de que los operadores catalanes de marketing político sean capaces de volvernos a envolver en el engaño de los escrutinios con ventajas mínimas y por tal acceda a la Primera Magistratura, la nueva pareja presidencial formada por Josefina Vázquez Mota y su consorte, Sergio Ocampo Muñoz, un empresario-ingeniero que comienza a estar demasiado involucrado en la política, por ahora detrás de bambalinas pero muy cerca, en todos los sentidos, de la candidata del PAN. Si las primeras damas acostumbran ya a sentirse con posibilidades de suceder a sus maridos, ¿qué pasará por la cabeza del presunto “primer caballero” si gana su mujer las elecciones? Me da escalofríos sólo pensarlo.

Desde luego, la señora Gordillo, hábil como la que más, optó por retirar a su partido, el Panal, de la alianza suscrita por el PRI en cuando fue descabezado su amigo y entenado Humberto Moreira; sin embargo, ello no significa que haya roto –no del todo– con el abanderado priísta, Enrique Peña Nieto, quien conserva ventaja en las encuestas a pesar de las miles de maniobras para rebasarle estadísticamente. De pronto, una vez más, los aires cambiaron. ¿Será acaso por los vaivenes de Los Pinos y de los corporativos, empresariales y sindicales, que acompañan al poder presidencial?

Observando los movimientos y las decisiones de la señora Gordillo podremos encontrar las respuestas a las dudas sobre quién ganará. Donde pone el ojo pone la bala, como dice el refranero popular. Y ella, hasta el momento, no ha perdido nunca. Es de tomarse en cuenta, sobre todo porque en el sistema todo sigue igual.

Fuente : El Diario