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miércoles, 11 de julio de 2012

Agresiones de gobierno al derecho de huelga

MANUEL FUENTES MUÑIZ
10/JUL/2012 


400 trabajadores de la Fábrica la Estrella (Flesa) que desde el 06 de julio de 2011 padecen una huelga en la ciudad de Parras Coahuila recibieron la noticia el pasado jueves de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) que sus contratos laborales quedaban rotos legalmente.



En un hecho sin precedente en la historia de nuestro país, en plena huelga, declarada existente, la JFCA ordenó la terminación de las relaciones individuales de trabajo así como de su Contrato Colectivo de Trabajo argumentando la declaración de quiebra de la empresa por parte de un juez civil del estado de Nuevo León.
 
Esta decisión de la autoridad laboral es un grave precedente en contra de los trabajadores en nuestro país porque permite el rompimiento legal de la huelga y pone por encima de ella, resoluciones de un juez civil para desalojar a los trabajadores de la fuente de trabajo que ahora defienden con las banderas rojinegras.
Apenas habían transcurrido tres días de las cuestionadas elecciones presidenciales cuando la autoridad laboral dependiente del gobierno calderonista decidió dar a conocer esta controvertida resolución favoreciendo a José Antonio Rivero Larrea (pariente de Germán Larrea accionista principal de la mina Pasta de Conchos donde fallecieron 65 mineros en 2006 por negligencia patronal).
 
Esta empresa con más de 100 años de existencia producía hasta antes de estallar la huelga, tela para pantalones de mezclilla, producción que en su mayoría se importaba al mercado de Estados Unidos de Norteamérica sin embargo se alegó que el contrabando de ese tipo de tela desde China pasando sin problemas por nuestra frontera propició el debacle empresarial.
 
En este caso los trabajadores fueron los paganos de esa crisis e iniciaron una huelga impulsada en inició, por la propia empresa para reducir costos. Cuando decidió levantarla y no poder convencer a los trabajadores del pago de liquidaciones irrisorias la administración decidió tramitar la quiebra y pidió apoyo a la autoridad laboral para acabar con la huelga que el mismo había promovido.
Este laudo que da por terminadas las relaciones laborales incluye cálculos de indemnizaciones irrisorias que en promedio alcanzan 90 mil pesos por trabajador, algunos de ellos hasta con 40 años de antigüedad.
Los trabajadores de Flesa han decidido agotar todas las instancias legales posibles para defender su derecho de huelga y evitar se rompan de este modo sus contratos de trabajo.  No ha sido fácil para ellos continuar esta resistencia porque la pérdida de su salario les ha impedido que sus hijos continúen sus estudios universitarios.
Al no existir instituciones universitarias en la zona, los jóvenes se trasladaban a la ciudad de Saltillo, Torreón o Monterrey para continuar sus estudios.  Ahora han tenido que suspender esos proyectos con motivo de la huelga.
 
Los trabajadores han propuesto rescatar la fuente de trabajo mediante una cooperativa que hasta 2011 producía mensualmente dos millones de metros de mezclilla que exportaba además de Estados Unidos a Sudamérica, Alemania e India, sin embargo han recibido una rotunda negativa.
 
Se sabe que la pretensión de la empresa es liquidar a los trabajadores y reiniciar labores con jóvenes trabajadores pagando bajos salarios y con un sindicato a modo.
 
La resistencia de los trabajadores de Flesa ha sorprendido a los empresarios que ahora con el apoyo de la autoridad laboral tienen la esperanza de recuperar esa fuente de trabajo que ahora los trabajadores defienden con la huelga.
 
Conflictos como los trabajadores textileros de Flesa representan la verdadera cara de la política laboral calderonista, ahora de salida, que se ha caracterizado por atacar derechos fundamentales e históricos como el de la huelga.
 
En la ciudad de Parras, Coahuila los trabajadores textileros de la Estrella dan ejemplo de dignidad, para evitar que estos empresarios se salgan con la suya, defendiendo esa fuente de trabajo que ahora les pretenden arrebatar buscando anularles el derecho de huelga de manera ilegal.
 
Están equivocados aquellos que con golpes ilegales pueden acabar con el derecho de huelga e imponer a los trabajadores míseras liquidaciones.  Si esté gobierno calderonista sufrió un grave revés electoral fue por sus políticas en contra de la población y sus derechos fundamentales.
 
La pretensión de acabar con un derecho fundamental como el de la huelga para favorecer los intereses de grupos empresariales en contra de la sociedad es un grave retroceso histórico.  No lo permitamos.