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viernes, 28 de diciembre de 2012

Censuran habitantes de zonas populares la pretensión de cobrarles algo que no tienen

Si no podemos pagar a la CFE sus tarifas excesivas, menos ahora


Periódico La Jornada
Viernes 28 de diciembre de 2012, p. 27
Habitantes de las colonias San Juan y Guadalupe Ticomán, en Gustavo A. Madero; los Pedregales, en Coyoacán, y de algunas de Iztapalapa y Tlalpan lamentaron que el Gobierno del Distrito Federal y los diputados a la Asamblea Legislativa pretendan cobrar a los capitalinos el alumbrado público, pese a los problemas que viven algunos ciudadanos por los cobros excesivos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Vecinos de Santa Úrsula Coapa señalaron que desde hace varios meses mantienen un conflicto con la CFE por las altas tarifas del suministro de energía. Si hasta ahora no he podido pagar lo que dicen que debo, mucho menos podré hacerlo si me lo suben, comentó Juan Ibáñez, vecino de la calle San Cástulo.

La situación para el movimiento de resistencia por cobros excesivos en la populosa zona de los Pedregales, en Coyoacán, el cual se ha mantenido y enfrentado a la paraestatal para evitar cortes de energía, es un asunto de falta de sensibilidad del gobierno, pues si hay personas que no pueden pagar recibos de 3 mil o 4 mil pesos, mucho menos una cantidad mayor, aseguró Arturo Rentería.

En la zona alta del Cerro del Chiquihuite, donde uno de los principales problemas es la falta de luminarias, los vecinos se preguntaron ¿por qué se nos va a cobrar por un servicio que ni siquiera tenemos?

Blanca Soriano, habitante de la zona, señaló que durante varios años ha hecho la solicitud a la delegación Gustavo A. Madero para instalar alumbrado público o cambiar lámparas fundidas, porque la colonia es una de las más inseguras. Pero sus peticiones, dijo, no han prosperado y ahora me entero de que me lo van a cobrar.

En Iztapalapa también hay inconformidad, pues en la delegación hay familias que no han podido pagar el suministro regular de energía. Consideraron que las mediciones no deben ser estimaciones. El cobro debe ser por el consumo real, expuso Gustavo Martínez.

La Jornada