El paro cívico nacional de este 11 de noviembre convocado por el Sindicato Mexicano de electricistas ha significado un gran paso adelante en las luchas de los trabajadores por construir una fuerza unificada para enfrentar los ataques del gobierno. Constituye la acción más unificada de las organizaciones de los trabajadores, campesinos y jóvenes por una lucha sindical desde los años treinta. Sin duda como dice la consigna "así se construye el movimiento obrero"
Más de 700 organizaciones se sumaron a las acciones de protesta en todo el país, el cual prácticamente paralizó a la ciudad de México y tuvo manifestaciones de apoyo en todas las ciudades importantes del país, con una gran marcha central donde participaron al menos 300 mil trabajadores y jóvenes. Pero eso no es todo, hubo manifestaciones importantes en Sonora, Sinaloa, Durango, Coahuila, Zacatecas, Michoacán, Oaxaca, Tabasco, Yucatán
De entre los sectores movilizados destacan los estudiantes y trabajadores universitarios que han protagonizado el paro más grande en su sector desde 1968, más de un millón de trabajadores y jóvenes pararon tan sólo en lo que respecta a centros de educación media superior y superior. Aún en aquellos lugares donde las autoridades maniobraron para impedir la toma de instalaciones, los trabajadores y los jóvenes se opusieron a ingresar, lo que denota un fermento de descontento bastante profundo entre la juventud.
Según el gobierno del D.F. se efectuó 33 manifestaciones tan sólo en la ciudad de México y decenas de bloqueos con la participación de decenas de miles de personas en los distintos piquetes lo que tuvo un efecto paralizante al conjunto de la ciudad de México, la cual lucía sus calles semidesérticas.
Un indicador del seguimiento del paro es el de que durante las horas pico en plena mitad de semana laborable el metro estaba comparativamente bastante vacio.
Aún hay muchos sectores que se deben sumar en los hechos
Lamentablemente no se tiene datos de la incidencia del paro entre los obreros fabriles, el control gansteril sigue siendo férreo en esas empresas y los trabajadores no tienen posibilidad, de expresarse de algún modo, más que ausentándose, cosa que aconteció sin que ello hubiese significado suspensiones de labores que hayan trascendido. Por supuesto que la profundidad de la movilización debe estar generando bastante inquietud entre la clase obrera industrial y seguramente se abrirán grandes oportunidades para el estallido de luchas en este sector estratégico del proletariado mexicano, si es que se da una orientación firme por parte de la dirección del movimiento en ese sentido.
Un caso aparte, por supuesto, lo desempeño el Sindicato Minero, el cual protagonizó la mayoría de las movilizaciones en el norte del país. No cabe duda que el proceso de movilizaciones que dicho sindicato ha desempeñado ha generado un nivel de conciencia bastante desarrollado. En el mismo tenor estuvieron los profesores de la CNTE en Oaxaca, los cuales también efectuaron un paro prácticamente total
Por supuesto los trabajadores electricistas jugaron un papel clave en las distintas movilizaciones en Hidalgo, Morelos, Puebla y el Estado de México, e indudablemente el gobierno fracasó en el intento reprimir al movimiento buscando algún tipo de provocación. Salvo los conflictos provocados por la propia Policía Federal en la carretera México-Querétaro, la jornada se realizó sin mayores incidentes. Por supuesto el gobierno tratara de presentar a los trabajadores electricistas como unos delincuentes que agreden policías y buscara emplear a los trabajadores detenidos como sus rehenes.
No podemos dejar de hacer un comentario crítico a los dirigentes sindicales que aún manifestando públicamente su apoyo al SME no llamaron a la movilización ni organizaron acciones de lucha. Particularmente destacable fue el caso del Sindicato de Teléfonos de México, el cual organizó sino una movilización aparte en Comunicaciones y desalentó la participación en las movilizaciones de la tarde, aunque no pudo evitar que en diversas secciones de provincia los trabajadores telefonistas encabezaran las protestas como fue el caso en Culiacán, Sinaloa, Campeche, y otros lugares
Algo similar fue lo acontecido con el movimiento que orbita entre AMLO y el PRD. Las manifestaciones de apoyo al SME son buenas, no obstante tres millones de afiliados al gobierno legitimo en todo el país hubieran podido jugar un papel más protagónico de haber estado organizados y concentrados en un plan de acción serio. Lamentablemente AMLO se limitó a seguir su gira por Oaxaca sin dar directrices claras.
Otro caso fue el de la Alianza de Tranviarios que tampoco suspendió labores limitándose a sumar contingentes a las movilizaciones de la tarde.
Por otro lado es muy sintomático que los trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social hayan desafiado las amenazas de su dirigente (Valdemar Gutiérrez, diputado por el PAN) y se hayan sumado de manera cuantiosa a las movilizaciones.
Los dueños de la calle
No cabe duda que por unas horas los trabajadores fueron dueños de la calle, prácticamente todos los actos oficiales se suspendieron, de tal modo que los distintos funcionarios públicos del gobierno federal se vieron en la necesidad de esconderse en lo que las jornada llegaba a su fin.
Por supuesto en jornadas como esta se demuestra que el único sostén del régimen son sus fuerzas represivas, que aún puestas todas en acción, no son insuficientes para impedir la manifestación de los trabajadores, sobre todo cuando esa es tan masiva y organizada
En suma podemos señalar que el Paro Cívico Nacional fue un éxito haciendo participar a millones de trabajadores, jóvenes y campesinos del país, en suma a los sectores más organizados y politizados, que tuvo un seguimiento masivo y que llena de confianza a los trabajadores en sus propias fuerzas.
Por otro lado se hace evidente un avance en la toma de conciencia de los trabajadores movilizados respecto a que este conflicto es una cuestión de clase, que va más allá de la simple solidaridad y que sólo derribando a este gobierno será posible tener un respiro respecto a los ataques que desde el primer día ha lanzado
Por supuesto que no podemos sino manifestar nuestra simpatía cuando Martin Esparza señala que es necesario "establecer un movimiento social pacífico para recuperar el poder desde el pueblo" O Cuando Agustín Rodríguez, dirigente del STUNAM, habla de preparar la "Huelga Nacional" (El Universal, 12 de noviembre de 2009). Sin duda son reflejo de las inmensas presiones que los trabajadores están imprimiendo en sus direcciones. No obstante estas declaraciones deben ir acompañadas con medidas concretas para que se hagan realidad o de lo contrario la táctica de desgaste orquestada por el Gobierno Federal comenzará a rendir frutos.
Sin duda el paro nacional de este 11 de noviembre marca el rumbo que deben seguir las acciones, el siguiente paso debe comprometer a todas las organizaciones, PRD y sindicatos de industria incluidos, a dar una lucha de fondo. Se debe preparar una intensa campaña en defensa de los contratos colectivos y llamados a asambleas sindicales en todas las empresas para preparar comités de huelga. Hablar de la huelga nacional está bien, pero se debe lanzar ya un plan de acción, que puede incluir paros escalonados y el emplazamiento conjunto, que comprometa a todos los sindicatos a ir hasta el final.
La moneda aún está en el aire pero el 11 de noviembre demostró que la victoria es posible, si se construye un movimiento unitario con la táctica: golpear todos juntos, el mismo día a la misma hora y con un objetivo claro: detener el ataque al SME como un primer paso rumbo a la caida de Felipe Calderón.