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lunes, 8 de febrero de 2010

Amenaza de Desalojo y Represión al Plantón del SME

Por Pedro Echeverría V.

1 . Gómez Mont, secretario de Gobernación, declaró en Mérida (capital de Yucatán donde Bush-Calderón firmaron la Iniciativa fascista) que “aunque es complicado dar solución concreta al conflicto protagonizado por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), ésta “va caminando”, ya que se mantiene el diálogo entre las partes, pero no descartó la posibilidad de desalojar a los trabajadores del Zócalo capitalino, donde se instalaron en plantón permanente desde el viernes 29 de enero. Al preguntarle si los desalojarán del Zócalo, el legislador Camarillo dijo que los integrantes del SME tienen el derecho de manifestarse, pero sin que lesionen a terceros. “No se les vaya a ocurrir empezar a cerrar calles, oficinas públicas o bloquear avenidas… hay una fracción en el SME, son los menos, que ha manifestado actitudes muy hostiles; es un pequeño grupo muy radical” .

2 . En primer lugar los obreros electricistas deben recibir un aplauso unánime de los trabajadores de México por su plantón en el Zócalo con el fin de rescatar las miles de plazas de trabajo de las que fueron despojados por el funesto gobierno de Calderón. Habían sido muy pacientes desde aquel 10 de octubre (casi cuatro meses) que los despojaron de su trabajo y de sus ingresos y, al mismo tiempo, un poco ilusos por confiar en un gobierno semifascista que ha declarado mil veces que no dará ni un paso atrás, “aunque enseñen los músculos”, es decir, “aunque hagan lo que hagan”. Pero con la toma del centro de la Ciudad de México comienzan a demostrar que su lucha continúa y que están dispuestos a realizar acciones más efectivas. Quizá a la toma del Zócalo habría que sumar la calle de Madero hasta el Eje Central.

3 . El gobierno neofascista de Calderón, usando declaraciones de su secretario de Gobernación y de sus panistas legisladores, quiere encerrarlos allí en esa plancha de concreto mediante la amenaza de desalojarlos si activan su movimiento. Sin embargo los electricistas, sin acobardarse, están conscientes que “son ellos o somos nosotros” , o recuperan su empleo o se dedican a vender chicles o tacos. El gobierno quiere que no abran la boca, que no se muevan y se queden en su casa a lloriquear. Quizá piensa comprarle un cajita de chicles a cada uno para que se dediquen a vender; pero además podrían ser acusados de comercio ilegal como han acusado a otros millones de desempleados que tomaron el camino del comercio ambulante.

4 . Calderón y el panismo saben que los grandes empresarios, los medios de información y los políticos más reaccionarios aplauden alegres porque al fin “ya era tiempo que el gobierno “se fajara los pantalones”. La ultraderecha exige paz y orden (como en los tiempos de don Porfirio) porque son las únicas condiciones para producir y explotar con intensidad la mano de obra. Dicen: “basta ya de inseguridad y caos que impiden que la economía mexicana progrese”. ¿Y los derechos de los trabajadores dónde quedan? Esos no importan -señalan los empresarios- porque primero está México. No cabe la menor duda que este es el sistema capitalista de explotación en el que los trabajadores, los seres humanos, no cuentan; lo que vale es la producción y el consumo capitalista que llevan a la plusvalía y a la acumulación del capital. Lo que cuentan son las ganancias millonarias.

5 . Las amenazas de desalojo de Calderón son serias porque al PRD y los demás más partidos les importa un bledo, han perdido toda la dignidad y sólo les preocupan los cargos políticos. Pero los electricistas y sus dirigentes sabrán extender su movimiento. Los fascistas no pasarán porque si lo permitimos nos iremos al carajo todos los movimientos. Hay que estar muy bien preparados para permanecer en el Zócalo el tiempo necesarios y para organizar las comisiones que sean urgentes para la extensión del movimiento y para el abastecimiento de comida. Si Calderón se impone entonces estaríamos regresando 40 años; ello demostraría una vez que la izquierda ha desaparecido y la centroizquierda es parte definitiva del poder de la burguesía, esto por si alguien lo dudaba.

6 . Los primeros que se deberían de sumar al plantón en masa a la lucha de los electricistas son los lópezobradoristas, así como ellos fueron apoyados en el 2006, junto con los profesores de Oaxaca y la APPO, así como la CNTE y los jóvenes zapatistas que han dado muestras de activismo. Obviamente allí deben estar los obreros mineros, los telefonistas, los trabajadores de la UNAM y los contingentes de estudiantes que se encuentran en un largo proceso de reorganización. ¿Habrá todavía algunas tribus del PRD que no solo estén pensando en elecciones y cargos, y recuerden que alguna vez el PRD pensó en ser de izquierda? Los electricistas del SME pueden ser destruidos y, con ellos gran parte de nuestro futuro de lucha, si no acudimos a solidarizarnos con ellos.

7 . La batalla de los electricistas quizá apenas se inicia en serio y debemos esperar que se profundice. Sería grave, muy irresponsable que se dejen llevar por el “canto de las sirenas” del gobierno y los vuelvan a parar. Quizá esta es la última oportunidad para ser consecuentes y para recibir el apoyo de obreros, campesinos, estudiantes y fuerzas progresistas. Los dirigentes electricistas han declarado que sólo dejarán el plantón cuando les resuelvan sus demandas. ¿Se pondrán nerviosos si el gobierno los amenaza con la represión y encarcelamientos? Todos los días hay que bloquear vialidades y dependencias, así como comisiones para lograr solidaridad de sindicatos, escuelas y organizaciones. Basta ya de pedir diálogo de rodillas de parte de los obreros cuando es el gobierno quien debe suplicarlo. Esta es una batalla fundamental.