• Elevados daños por ineficiencia de CFE
• Los empresarios amagan con demandas
• Y no cumplen ofertas a los trabajadores
La euforia del gobierno tras desaparecer Luz y Fuerza del Centro se ha trocado en angustia y riesgo.
Angustia porque desenredan los difíciles sistemas de abasto de electricidad en varias entidades del altiplano, fruto de una empresa mal administrada y un sindicato arbitrario.
Y riesgo porque ven venir mil problemas.
Por orden:
Tras la sustitución de LFC con la CFE, el servicio era casi normal.
Pocas interrupciones y paciencia de los consumidores porque les quitaron a quienes la publicidad oficial identificaba como lacras.
Con el tiempo los cortes de luz aumentan y cada vez con mayores estragos.
Las quejas han llegado por igual a CFE de Alfredo Elías Ayub, a la Secretaría de Energía de Georgina Kessel y hasta Los Pinos, donde despacha Felipe Calderón.
Los empresarios –sobre todo los industriales- están desesperados porque el problema entorpece al aparato productivo.
Y si no se aplican soluciones inmediatas, amagan, pueden iniciar las demandas.
Demandas por cientos de millones de dólares.
LOS INDUSTRIALES YA NO AGUANTAN
El subsecretario de Gobernación Roberto Gil tiene pormenores.
He aquí el drama expuestos por industriales y comerciantes del Distrito Federal, estado de México, Hidalgo, Morelos y Puebla:
Infinidad de fábricas han visto mermados sus procesos productivos por las suspensiones de fluido.
Al no alcanzar sus metas, quedan mal con sus clientes.
Cada vez con mayor frecuencia los pedidos salen tarde y se han dado casos de mantener varados en puertos decenas de barcos en espera de la carga, con el correspondiente costo para el exportador.
Desesperados, muchos compradores ya presentaron demandas contra fabricantes mexicanos… quienes pretenden trasladar las demandas por daños y perjuicios a entidades del gobierno federal.
Los abogados dirán cuáles, pero desde ahora puede anunciarse a la CFE como la más perjudicada.
Ante la amenaza, el gobierno de Felipe Calderón está alarmado y en el entorno del titular del Ejecutivo se repite una pregunta reproducida aquí ayer:
-¿Quién engañó al presidente de la república?
Y LOS TRABAJADORES SE DESESPERAN
Los trabajadores presentan un drama social diferente.
Por razones obvias, los secretarios Fernando Gómez Mont y Javier Lozano –o en su caso el
subsecretarioRoberto Gil- dialogan por separado con los grupos de Martín Esparza y Alejandro Muñoz.
Pero los dos están molestos.
Esparza porque no le resuelven nada a favor de los 18 mil trabajadores leales.
Y Muñoz porque tampoco le cumplen el acuerdo de contratar empresas de ex electricistas –oficialmente hay 25 sociedades y 28 franquicias- para podar árboles.
Hay problemas a pesar de la palabra de Gómez Mont y Lozano.
Esto urge, porque los inminentes vientos fuertes y las lluvias pueden elevar exponencialmente las interrupciones.
(Aparte, la CFE contrata a empresas particulares, muchas de políticos influyentes).
Ante tal situación, el equipo gubernamental mediador –básicamente Gómez Mont, Lozano y Gil- estudian cómo contratar individualmente a ex trabajadores de LFC en secretarías de Estado, paraestatales y órganos desconcentrados para atenuar la presión social.
Más allá de no respetar la reducción del gasto corriente, hay otro riesgo: el gobierno teme por la
controversia en manos de la Corte.
¿O acaso los ministros encabezados por Guillermo Ortiz Mayagoitia van a seguir sus palos a los
trabajadores?
La política antiobrera puede revertírseles.
http://quadratin.com.mx/www1/noticia.php?id=67382&seccion=9