José Antonio Almazán González
La desesperación ha invadido al gorjeante” titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y, actuando como lo que siempre ha sido, un empleado de la oligarquía patronal, se anticipa a la decisión de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) y declara improcedente el reclamo del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en su carácter de patrón sustituto. Su nervioso trino es más notable cuando se apresura a anunciar que a partir del 15 de julio habrá un nuevo periodo de liquidación, con un “generoso” bono, cuyo origen presupuestal apunta a peculado, y convoca a los trabajadores electricistas a cobrarlo pues, según él, no habrá sustitución patronal.
La opinión pública se pregunta: si, como dice Javier Lozano, el reclamo de patrón sustituto es improcedente, ¿por qué ofrece tan generosas liquidaciones, cuando bien le podría ahorrar ese dinero al erario público? Las razones de su inquietud son evidentes, pues a nueve meses del golpe fascista en contra del SME todo apunta al fracaso de la estrategia de Felipe Calderón de exterminar al gremio y su contrato colectivo de trabajo, y alguien tendrá que pagar los costos de su entreguista desempeño. Particularmente destacan dos hechos que comienzan a ser del dominio público: el reconocimiento del interés y la personalidad jurídica del SME en lo colectivo e individual y, por otro lado, el conocimiento de dos documentos que Calderón reservó (ocultó) a la opinión pública, probatorios que desde los primeros minutos del 11 de octubre de 2009 la CFE ha venido actuando como patrón sustituto en la región atendida por Luz y Fuerza del Centro (LFC).
A.- La aberrante decisión de validar la extinción de LFC quedará inserta en las páginas negras de la historia nacional, justo en el centenario de la Independencia y el bicentenario de la Revolución, como una prueba irrefutable del sometimiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a los intereses privatizadores del patrimonio nacional. Sin embargo, la lucha de resistencia del SME y la digna y heroica huelga de hambre en el Zócalo de la ciudad de México obligó a la SCJN a reconocer al SME una condición que Calderón y Lozano buscaron arrebatarle desde el 5 de octubre, cuando le negaron la toma de nota a la mitad de la dirección del SME encabezada por su secretario general, Martín Esparza Flores.
Ocultado deliberadamente por la campaña mediática que destacó la extinción de LFC, la SCJN resolvió “que existe unanimidad de votos en el sentido de que el secretario de Trabajo del SME sí tiene legitimación para promover en nombre de éste el presente juicio de amparo”. Reconocimiento que va más allá del 14 de julio y se extiende por todo el tiempo que dure el juicio de amparo y la demanda del SME. Asimismo, por votación de seis a cuatro los ministros reconocieron que “los trabajadores afiliados al Sindicato Mexicano de Electricistas sí están legitimados para promover el presente juicio de amparo”. Igualmente la SCJN desechó (por una mayoría de siete votos) la solicitud de la JFCA para negarles el interés jurídico a los trabajadores “individualmente considerados”.
De la misma manera, por una mayoría de siete votos, la SCJN rechazó la decisión de la juez de distrito de negarle interés jurídico a 6 mil 835 trabajadores electricistas y se desechó, también por unanimidad, su argumento de subordinar los derechos individuales a los colectivos.
Después la SCJN se extravió conscientemente para evadir el fondo de la inconstitucionalidad del decreto de extinción, pero casi al final de su sesión plenaria reconoció la “extraordinaria importancia en términos de las reivindicaciones del sindicato” del “tema de la sustitución patronal o del patrón sustituto”, acordando por unanimidad: 1. “que este tema no forma parte de la presente litis constitucional” y 2. “dada la importancia de este argumento, convendría eliminar los que nosotros pudiéramos tener en el proyecto sobre el patrón sustituto para que sea la JFCA la que se pronuncie sobre este tema y ya sobre esos pronunciamientos pues se ejerzan los medios de defensa que cada quien estime pertinentes”.
B.- A las 00:10 del domingo 11 de octubre la subsecretaría de Electricidad envió el oficio número 300.250/2009 al director general de la CFE, comunicándole que, conforme a lo señalado en los artículos dos y tres del decreto de extinción y para asegurar la adecuada prestación del servicio público de energía eléctrica en el área de LFC, le ha solicitado al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) que “ponga inmediatamente a disposición de la CFE los siguientes bienes del organismo que se extingue, así como los derechos accesorios y asociados a dichos bienes”. Minutos después, a las 00:25, se firmó un convenio, cotejado por la notaría 103, entre el SAE, en su carácter de liquidador de LFC, y la CFE, y pone a disposición de esta última los bienes de LFC, a fin de “garantizar la continuidad del servicio público de energía eléctrica y la integridad del sistema eléctrico nacional.”
Estos elementos son los que han puesto nervioso al tuitero de la STPS y por eso, pisoteando la autonomía de la JFCA (en el caso que la tenga, pues no lo ha desmentido), Lozano declara que es improcedente la demanda de 29 mil 889 trabajadores que reclaman la figura de patrón sustituto a las que hay que sumar cerca de 13 mil presentadas por trabajadores liquidados “voluntariamente”. La aplicación de la figura de patrón sustituto es irrefutable, tal como lo reconoce el artículo 41 de la Ley Federal del Trabajo y el 290 de la Ley del IMSS. Las declaraciones de Lozano, acerca de que la representación del SME concluye el 14 de julio, no son más que patadas de ahogado, reveladoras de la intromisión del gobierno en la vida interna del SME. No te liquides. ¡La lucha sigue!
http://www.jornada.unam.mx/2010/07/17/index.php?section=opinion&article=019a1pol