* Si la empresa no funciona, “corres al gerente, no a los trabajadores”
* Del “podrido corazón” de la tv emerge la campaña contra el SME
Humberto Montes de Oca, Paco Ignacio Taibo II y Martín Esparza, durante el foro internacional de la cuarta Conferencia Sindical en el auditorio del SMEFoto Yazmín Ortega Cortés
Periódico La Jornada
Domingo 5 de septiembre de 2010, p. 7
El Ejecutivo federal ha intentado justificar la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC) con base en una de las “falacias gubernamentales más hijas de la chingada que se han planteado en México, porque si tú tienes una empresa que consideras que no funciona, corres al gerente, no a 44 mil trabajadores”, destacó el escritor e historiador Paco Ignacio Taibo II, quien refirió que la lucha que ha dado el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) es “admirable”.
Entrevistado al concluir su ponencia El magonismo ayer y hoy, realizada durante el segundo día de trabajos del foro internacional de la cuarta Conferencia Sindical, organizado por el Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS), el novelista criticó el “cinismo del gobierno en la destrucción de un pilar del sindicalismo democrático en nombre de la ineficiencia de una empresa, ¡eso es increíble!”
Lamentó la campaña televisiva y mediática desplegada para “descalificar a los trabajadores electricistas” y señaló que esto emerge del fondo “de su pinche podrido corazón”. Subrayó que detrás de la extinción de la paraestatal hay intereses comerciales. “A los hechos me remito, están entregando toda la estructura de la fibra óptica y las innovaciones eléctricas a compañías trasnacionales”.
Precisó que ante la “ofensiva gubernamental” contra el sindicalismo, la opción es “librarnos del gobierno calderonista, tenemos que abrir un inmenso y amplio frente que permita la reconstrucción de las libertades y el sindicalismo democráticos”.
Más muertos que en Irak
Para esto es “fundamental la unión de los trabajadores, los lecheros, los que van caminando, los desposeídos, los madreados, los ninguneados, las clases medias ilustradas y cuanto güey quiera colaborar. Ha llegado el momento en que las diferencias no importan y lo que verdaderamente cuenta es lo que nos unifica; vivimos en un país que es llevado al desastre y a la locura; la guerra contra el narco de Calderón es un momento de delirio que vive la nación y que ha costado más muertos que la guerra de Irak”.
Minutos antes, durante su ponencia remarcó la necesidad de fomentar un elemento primordial del magonismo: la organización desde las bases. Luego de hacer un repaso histórico del magonismo y sus protagonistas, de la CGT y el anarcosindicalismo, llamó a retomar las experiencias históricas del movimiento obrero mexicano.
“Vengo a invitarlos a que le entremos, ya es hora de que Ricardo (Flores Magón) regrese para el diseño de un nuevo país, para que salgamos del pestífero charco de mierda en el que estamos”.
Comentó que la historia, sus protagonistas e ideales siempre acompañan las luchas por mejores condiciones. “Cuando caminamos en la lucha política no lo hacemos solos, estamos rodeados de sombras que nos fortalecen. Cuando salgo a la calle en la mañana, mi general Pancho Villa me está esperando en la puerta, y me dice ¡qué pinches horas son éstas de levantarte!, si no, estaría solo frente al Fondo Monetario Internacional y sus mamadas.”
Paco Ignacio Taiblo II habló también de la importancia de la formación intelectual de la clase obrera; como lo consideraba el magonismo que planteaba que “obrero que no lee, no merece ser llamado obrero”, y el escritor le agregó: “tal vez merece ser obrero, pero de fábrica pinche, con sindicato pinche y patrón culero”.
Martín Esparza Flores, líder del SME, insistió en que LFC no estaba en números rojos. “En el mundo, ninguna empresa eléctrica quiebra, nadie puede prescindir de la electricidad”.
Agregó que en el país “todos los organismos públicos descentralizados están administrados por una junta de gobierno para evitar que quiebren, porque son estratégicos, y sólo cuando esto no funciona interviene el Ejecutivo, pero todo eso se lo saltaron, nunca hubo una reunión de la junta para decir que estaba quebrada”.
Denunció también que esto no puede haber sucedido porque el acuerdo de productividad se había cumplido al “93.5 por ciento” y criticó que los documentos del diagnóstico financiero de LFC estén “reservados por 12 años”.
http://www.jornada.unam.mx/2010/09/05/index.php?section=politica&article=007n1pol