* Debe participar en su rescate porque otorgó la concesión a un pésimo empresario: ASPA
Una comisión de legisladores atendió ayer a un grupo de representantes de trabajadores de Mexicana de Aviación en el SenadoFoto Carlos Cisneros
Periódico La Jornada
Viernes 22 de octubre de 2010, p. 28
El gobierno federal no puede eludir la responsabilidad de haber otorgado una concesión tan importante y estratégica para el país, como es Mexicana de Aviación, a un pésimo empresario, y tampoco puede sustraerse de que debe participar en la solución del rescate de la aerolínea, señaló el líder de la Asociación Sindical de Pilotos de Aviación (ASPA), Fernando Perfecto.
El líder sindical planteó que el gobierno federal debería ser el más interesado en que se logre una restructura de Mexicana de Aviación y no se decrete la quiebra, ya que si esto último sucede no se podrá recuperar nada de lo que adeuda esta empresa.
Luego de que el secretario del Trabajo, Javier Alarcón, informó que no se tiene considerado generar una partida especial o un fondo emergente para salvar la aerolínea, el dirigente advirtió que sería una actitud errónea del gobierno.
Indicó que se pretende disociar la figura de la concesión pública con la de empresa privada, para argumentar que, como se trata de un negocio de particulares, entonces queda al arbitrio del destino del concurso mercantil. Sin embargo, el gobierno federal fue el responsable de otorgar al grupo de Gastón Azcárraga y asociados la concesión de la empresa, “malbaratándola”, sin haberse asegurado de que el empresario tuviera capacidades técnica, financiera y jurídica para llevar el negocio, y sin que tuviera un plan de largo plazo.
“Por ello, como trabajadores no podemos aceptar que el gobierno diga no intervengo y nos deje a tantos en el desempleo”, advirtió.
Agregó que el pueblo de México pierde más con la quiebra que con la restructura de la aerolínea, porque con la quiebra se pierde todo lo que la empresa le debe al gobierno.
Ya sea con quiebra o con restructura, Gastón Azcárraga perdió ya todo lo que invirtió en Mexicana, “por incapaz, y porque es lo que merecía por la forma tan errónea como manejó la empresa”, sentenció Perfecto.
La SCT tiene contacto con cuatro grupos de inversionistas mexicanos; no participa Slim
José Antonio Román
Aunque con la salida de Mexicana ahora Aeroméxico pasa por un mejor momento en el mercado de la aviación, todavía corre cierto riesgo de sufrir la misma suerte que su competidora, en caso de no realizar los ajustes necesarios en su estructura de gastos y planeación financiera, señaló el subsecretario de Transportes, Humberto Benítez Treviño.
“Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”, dijo el funcionario, quien aceptó que tal como están las cosas en el marco legal de la aviación, es difícil afirmar que no habrá otra situación similar a la ocurrida con Mexicana de Aviación, ahora en concurso mercantil y al borde de la quiebra.
Entrevistado luego de asistir a la consulta pública para definir una nueva política aeronáutica nacional, el funcionario de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) reconoció que lo ocurrido con Mexicana “ha sido una lección muy dura para todos”.
–¿Aeroméxico también está en riesgo?
–Yo creo que está en menos riesgo porque ahorita está en una posición diferente, pero me parece que lo que se ha venido debatiendo públicamente sobre la necesidad de variabilizar los ingresos de todos los componentes de la empresa, eso lo hemos entendido todo mundo, y me parece que la disposición de hacer ajustes en su estructura costos y su estructura financiera en Aeroméxico y de quienes trabajan ahí, debe ser muy clara.
El subsecretario Treviño informó que la dependencia mantiene contacto con cuatro grupos de inversionistas nacionales, al menos tres de ellos con experiencia en el sector aeronáutico, para rescatar Mexicana de Aviación, entre los cuales no se encuentra el empresario Carlos Slim.
Reconoció que el tiempo se acorta y que los próximos días son “cruciales” para el regreso de la aerolínea a sus actividades. “Para declararla en quiebra todavía está lejos ese momento, pero de no llegar a acuerdos rápidamente las cosas se complicarían bastante”.
Dijo que las negociaciones con los sindicatos de pilotos, sobrecargos y trabajadores de tierra continúan, con el propósito de decidir la aportación que podrían hacer a cuenta de sus liquidaciones y jubilaciones, pues está totalmente descartado que el gobierno federal entre a su rescate con recursos económicos frescos. Anoche continuaron las negociaciones con los tres gremios de los trabajadores de Mexicana.
Treviño Landois informó que este viernes se reuniría con dos de los grupos de inversionistas interesados, a fin de presentarles un nuevo esquema de negocios que el gobierno federal y los sindicatos han elaborado en los últimos días.
Urgente, un plan financiero
Advirtió que “lo urgente es tener un plan financiero que se avale, que sea reconocido y aceptado por todos, y que alguien pueda comprar”.
Aclaró que para reanudar operaciones Mexicana requiere entre 150 y 200 millones de pesos, dependiendo de los modelos que los inversionistas han planteado en la mesa de negociaciones. Algunos han considerado que podrían retomar los vuelos con 20 aviones y otros hasta con 60, lo cual hace diferencia en cuanto a la inyección de capital.
Respecto al descontento de los trabajadores, que en su última manifestación en la Terminal 2 del aeropuerto capitalino amagaron con tomar las pistas de aterrizaje y despegue, el subsecretario Benítez Treviño señaló que “radicalizar las posturas no ayuda a nada ni a nadie”, pues se ahuyenta a los inversionistas y se interrumpe el diálogo constructivo.
Ciertamente, dijo, la incertidumbre y las necesidades de los trabajadores aumentan y eso es comprensible, pero se trabaja para encontrar una solución.
Recordó que junto con los representantes de todos los trabajadores se realizan reuniones para encontrar un esquema viable donde puedan ampliar su participación en la aerolínea. En las instalaciones de Aeropuertos y Servicios Auxiliares mencionó que una vez que se llegue a un acuerdo inicial, los empleados convocarán a sus asambleas para aprobar el nuevo esquema financiero.
De acuerdo con los datos de la SCT, los pasivos e indemnizaciones suman unos 4 mil millones de pesos, si se toma como base el contrato colectivo de trabajo, pero esta cantidad no alcanzaría ni mil millones de pesos en caso de que se declare la quiebra.
http://www.jornada.unam.mx/2010/10/22/index.php?section=economia&article=028n1eco