( Me llego por mail, y aqui lo publicamos ).
Nuestra aportación al baile del diablo
¡Para los traidores ni perdón ni olvido!
Nuestros 16 mil 400 compañeros en resistencia, hombres y mujeres plenos, nos brindan lecciones estremecedoras y ricas de honestidad cabal y de valentía. No cabe duda que la “dignidad humana” cobra hoy una muestra real de lo que significa. Su ejemplo hace que las palabras recuperen el sentido que una vez tuvieron, para impulsar lo mejor de la raza humana para ponerse de pie frente a la adversidad, a la maldad, a las acciones impulsadas por el odio de la clase contraria a la nuestra. Vaya pues, en primerísimo lugar, nuestro reconocimiento a ellos y a los camaradas jubilados que no perdieron el rumbo y que han sabido acompañar a ellos, sus herederos sindicalistas del SME. Esta gesta apoteótica es y será ejemplo a seguir por la clase trabajadora de este país y por todos aquellos que la conozcan así como por todos los mexicanos que luchas en un entorno de desesperanza, frustración y enojo, confrontados entre sí, pero que tengan en cuenta que es así con estas acciones y con este tipo de mexicanos que recuperaremos lo que es nuestro y lo primero es recuperar la libertad y la dignidad para levantar un ¡Ya basta¡ que nos permita recuperar a la nación definiendo con certeza y claridad que llegó nuestra hora, así como la de ellos en batida, ya que a más de un año, hoy nos definen con sus vidas y con pulcritud, que debemos hacer para lograrlo. Tenacidad y humildad en la lucha y fuerza para definir, quienes deben estar en el basureo de la historia y resulta que este también tiene límites.
Resulta que en ese lugar también se ocupan lugares “memorables para quienes la estulticia y estupidez” llevada a la excelsitud, los coloca en primera plana como Calderón, Lozano, Gómez Mont Roberto Gil y otros que se lo han ganado desde lo más profundo de su ADN, por ello es que el basureo se a abarrotado ya no hay espacio para quienes como Alejandro Muñoz el “marrano de Troya” Ramón Pacheco el “Apaxco”, respectivamente y de la runfla encabezada por Rosendo Flores-Pedro Castillo-Jorge Tapia-César Rodríguez-Adrián Belman, han tocado desesperadamente la puerta y no encuentran tampoco lugar, ya que sus Jefes les han dado una patada por el hocico sin miramientos.
Ladran, vociferan, gimen, “chillan” cual marranos, mientras los 16 mil 400 dignos sindicalistas, viven en los días fríos de la lucha. Hombres y mujeres que tosen, y sin embargo hinchan su pecho colorado, al Grito de ¡SME!, ¡SME!, ¡SME!
Ellos, los marranos, ya no están en ningún lado. Las gracejadas del paria bufón, que dice ¡Sonrían y sean felices!, no le bastaron para su inclusión al reino del averno.
Cuando “El Marrano” chilla y clama, con la reposición del proceso electoral “quién pierde es el presidente Calderón”, su suerte está echada, su objetivo, y del gobierno, era destruirnos. Ni más ni menos. Sus aspiraciones para que en un proceso electoral a modo, solo participaran los camaradas jubilados y en sus pésimos cálalos obtuvieran un resultado electoral que les favoreciera y así poder festejar “junto con Calderón”, la muerte del SME.
Ello significa la mendaz actuación de estos traidores a lo largo de su vida dentro del sindicato, es el desprecio por el inmenso sacrificio y la digna lucha de los 16 mil 400 trabajadores que se encuentran en resistencia y que, en tanto dure el juicio por la reinserción laboral, tienen a salvo sus derechos sindicales. Claro esta actitud repugnante tiene una explicación lógica: bien sabían que ninguno de ellos les votaría.
Este desprecio también lo comparte el segundo grupo de lumpen-traidores. Cuando proponían que liquidados y no liquidados votaran por igual, que fácil les resulta atropellar nuestro Estatuto Sindical. Que infamia el pretender colocar en el mismo plano a aquellos que obtuvieron un ingreso mediante su renuncia voluntaria y colaboración con las “cooperativas” del “marrano” y de los que con enormes sacrificio mantienen una ejemplar resistencia.
Los aullidos del perro mala raza belman, quien dice que en esta lucha “no hay buenos ni malos”, intenta eludir el verdadero dilema: en una confrontación entre un gobierno de ultraderecha y trabajadores, no existen “terceras” posiciones, o se está con los trabajadores o se está en su contra. No hay más. Ellos estuvieron del otro lado de la barricada y eso los marcará, así como a su malhadada descendencia, hasta el último día de sus vidas. La clase trabajadora, no solo del SME, ha tomado nota de quienes son sus amigos y quiénes sus enemigos.
Lo peor para toda esta pandilla de traidores es que no se han dado cuenta de su aislamiento e inminente naufragio. La jubilosa y masiva participación de jubilados y trabajadores en resistencia, en este proceso electoral, significan una contundente paliza. Probablemente esta sacudida los vuelva a la realidad.
De ser así y si aún conservan un poco de vergüenza, sabrán que lo único que harán, porque es el continuo de sus vidas, es salir gritando en plena demencia cual personaje de Rómulo Gallegos, “Ardavin-Belman”, que ha matado hombre a hombre, como los hombres machos, a sus fantasmas del SME, que le venían a cobrar su mísera vida, y continuara con toda la runfla de vagos que vivieron del sindicato, ahogando sus penas en alcohol, ¡Sonrían y sean felices!
Pero ellos saben, que nunca jamás volverán a pararse en nuestro glorioso y digno recinto sindical y nunca jamás sus pútridas gargantas gritaran ¡SME! ¡SME! ¡SME!
¡Sonrían y sean felices! hasta la victoria SieMprE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
¡Para los traidores ni perdón ni olvido!
Nuestros 16 mil 400 compañeros en resistencia, hombres y mujeres plenos, nos brindan lecciones estremecedoras y ricas de honestidad cabal y de valentía. No cabe duda que la “dignidad humana” cobra hoy una muestra real de lo que significa. Su ejemplo hace que las palabras recuperen el sentido que una vez tuvieron, para impulsar lo mejor de la raza humana para ponerse de pie frente a la adversidad, a la maldad, a las acciones impulsadas por el odio de la clase contraria a la nuestra. Vaya pues, en primerísimo lugar, nuestro reconocimiento a ellos y a los camaradas jubilados que no perdieron el rumbo y que han sabido acompañar a ellos, sus herederos sindicalistas del SME. Esta gesta apoteótica es y será ejemplo a seguir por la clase trabajadora de este país y por todos aquellos que la conozcan así como por todos los mexicanos que luchas en un entorno de desesperanza, frustración y enojo, confrontados entre sí, pero que tengan en cuenta que es así con estas acciones y con este tipo de mexicanos que recuperaremos lo que es nuestro y lo primero es recuperar la libertad y la dignidad para levantar un ¡Ya basta¡ que nos permita recuperar a la nación definiendo con certeza y claridad que llegó nuestra hora, así como la de ellos en batida, ya que a más de un año, hoy nos definen con sus vidas y con pulcritud, que debemos hacer para lograrlo. Tenacidad y humildad en la lucha y fuerza para definir, quienes deben estar en el basureo de la historia y resulta que este también tiene límites.
Resulta que en ese lugar también se ocupan lugares “memorables para quienes la estulticia y estupidez” llevada a la excelsitud, los coloca en primera plana como Calderón, Lozano, Gómez Mont Roberto Gil y otros que se lo han ganado desde lo más profundo de su ADN, por ello es que el basureo se a abarrotado ya no hay espacio para quienes como Alejandro Muñoz el “marrano de Troya” Ramón Pacheco el “Apaxco”, respectivamente y de la runfla encabezada por Rosendo Flores-Pedro Castillo-Jorge Tapia-César Rodríguez-Adrián Belman, han tocado desesperadamente la puerta y no encuentran tampoco lugar, ya que sus Jefes les han dado una patada por el hocico sin miramientos.
Ladran, vociferan, gimen, “chillan” cual marranos, mientras los 16 mil 400 dignos sindicalistas, viven en los días fríos de la lucha. Hombres y mujeres que tosen, y sin embargo hinchan su pecho colorado, al Grito de ¡SME!, ¡SME!, ¡SME!
Ellos, los marranos, ya no están en ningún lado. Las gracejadas del paria bufón, que dice ¡Sonrían y sean felices!, no le bastaron para su inclusión al reino del averno.
Cuando “El Marrano” chilla y clama, con la reposición del proceso electoral “quién pierde es el presidente Calderón”, su suerte está echada, su objetivo, y del gobierno, era destruirnos. Ni más ni menos. Sus aspiraciones para que en un proceso electoral a modo, solo participaran los camaradas jubilados y en sus pésimos cálalos obtuvieran un resultado electoral que les favoreciera y así poder festejar “junto con Calderón”, la muerte del SME.
Ello significa la mendaz actuación de estos traidores a lo largo de su vida dentro del sindicato, es el desprecio por el inmenso sacrificio y la digna lucha de los 16 mil 400 trabajadores que se encuentran en resistencia y que, en tanto dure el juicio por la reinserción laboral, tienen a salvo sus derechos sindicales. Claro esta actitud repugnante tiene una explicación lógica: bien sabían que ninguno de ellos les votaría.
Este desprecio también lo comparte el segundo grupo de lumpen-traidores. Cuando proponían que liquidados y no liquidados votaran por igual, que fácil les resulta atropellar nuestro Estatuto Sindical. Que infamia el pretender colocar en el mismo plano a aquellos que obtuvieron un ingreso mediante su renuncia voluntaria y colaboración con las “cooperativas” del “marrano” y de los que con enormes sacrificio mantienen una ejemplar resistencia.
Los aullidos del perro mala raza belman, quien dice que en esta lucha “no hay buenos ni malos”, intenta eludir el verdadero dilema: en una confrontación entre un gobierno de ultraderecha y trabajadores, no existen “terceras” posiciones, o se está con los trabajadores o se está en su contra. No hay más. Ellos estuvieron del otro lado de la barricada y eso los marcará, así como a su malhadada descendencia, hasta el último día de sus vidas. La clase trabajadora, no solo del SME, ha tomado nota de quienes son sus amigos y quiénes sus enemigos.
Lo peor para toda esta pandilla de traidores es que no se han dado cuenta de su aislamiento e inminente naufragio. La jubilosa y masiva participación de jubilados y trabajadores en resistencia, en este proceso electoral, significan una contundente paliza. Probablemente esta sacudida los vuelva a la realidad.
De ser así y si aún conservan un poco de vergüenza, sabrán que lo único que harán, porque es el continuo de sus vidas, es salir gritando en plena demencia cual personaje de Rómulo Gallegos, “Ardavin-Belman”, que ha matado hombre a hombre, como los hombres machos, a sus fantasmas del SME, que le venían a cobrar su mísera vida, y continuara con toda la runfla de vagos que vivieron del sindicato, ahogando sus penas en alcohol, ¡Sonrían y sean felices!
Pero ellos saben, que nunca jamás volverán a pararse en nuestro glorioso y digno recinto sindical y nunca jamás sus pútridas gargantas gritaran ¡SME! ¡SME! ¡SME!
¡Sonrían y sean felices! hasta la victoria SieMprE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!