Los abogados de la ANAD apoyamos decididamante la campaña nacional e internacional: ¡Basta de sangre!” o “¡No más sangre!”, que promueve la sociedad civil, principal víctima de la violencia de los delincuentes y de la respuesta o “guerra” del gobierno, por representar la única solución.
Múltiples son las causas internas de la violencia: desempleo, bajos salarios, educación mala; externas: consumo de drogas, armas y financiamiento de Estados Unidos. Múltiples son sus expresiones: en muertes, secuestros, toma de territorios, impunidad, y múltiples son sus consecuencias: emigración, militarización, penalización de las luchas sociales, intervención de Estados Unidos, degradación de la vida social y política. Es uno de los grandes problemas, pero su alcance es tal que pone en peligro el futuro de la nación.
La violencia descubre el débil, corrupto y falto de autonomía sistema de justicia, que contrario a la Constitución, no asegura el estado social de derecho que debería prevalecer en la nación. Las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación revelan subordinación al Ejecutivo federal, como lo evidencian los fallos sobre Luz y Fuerza del Centro, guardería ABC, el retraso del dictamen de la toma de nota de los mineros, entre otros.
La violencia también exhibe el fracaso del modelo neoliberal que conscientes o inconscientes adoptaron las cúpulas de PRI, del PAN y la oligarquía ladina, porque como bien lo prevé José Emilo Pacheco, esta era será recordada por las devastaciones del neoliberalismo. La más grave: la violencia que crece a cada paso que dan los neoliberales. Ellos cambiaron el rumbo y el papel que la Constitución le señala al Estado, lo volvieron un títere de los capitalistas y su “guerrero” de la delincuencia, un Bruce Willis del subdesarrollo ladino.
Por la ANAD, Manuel Fuentes, Ernestina Godoy, Edith Ram, Óscar Alzaga
http://www.jornada.unam.mx/2011/01/12/index.php?section=correo