El delirante proceso de militarización en el país, atizado desde la Presidencia sin que se haya traducido en una reducción de la criminalidad, alcanzó ya al Distrito Federal, si bien años antes hubo algunos despliegues castrenses en la capital de la república. Sin contar con el necesario aval del Poder Legislativo, los cuerpos de élite de la Marina han comenzado a protagonizar operativos antinarco en el DF. Sólo la semana pasada hubo tres espectaculares acciones de marines en la delegación Benito Juárez, efectuadas sin haber consultado a las autoridades capitalinas.
Los cuerpos de infantería de Marina utilizados por Felipe Calderón para operaciones terrestres, al estilo de los marines estadunidenses, están cada vez más presentes en centros urbanos, incluida la Ciudad de México, sin que sus actuaciones cuenten con el aval del Congreso.
Desde septiembre de 2009, cuando realizaron su primera incursión en el Distrito Federal, los infantes de Marina han tomado por momentos el control de calles en la capital del país para labores de vigilancia, cateo e inspección, pero según la propia Secretaría de Marina-Armada de México, los “marines mexicanos” en cualquier momento pueden entrar en combate urbano.
Encapuchados y pertrechados con rifles de asalto, lanzagranadas y otro armamento de alto poder han llegado con unidades artilladas a zonas habitacionales y comerciales del DF preparados para un eventual enfrentamiento con grupos de la delincuencia organizada, como ha ocurrido en estados como Morelos, Tamaulipas o Nuevo León.
Ni el Ejército había hecho una demostración de fuerza de ese tipo en la Ciudad de México, donde se asienta su cuartel general.
A pesar de que los operativos militares, sobre todo de los infantes de marina, son cada vez más recurrentes, el gobierno del DF minimiza la presencia de las fuerzas federales en su territorio.
“Hemos tenido presencia de la Marina, el Ejército y la Policía Federal en otras ocasiones. Llegan con objetivos específicos en seguimiento de investigaciones que viene realizando”, dice en entrevista el procurador General de Justicia del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa.
“No es que estén patrullando la ciudad ni se ha vuelto indispensable que lo hagan. En el caso de los operativos realizados la semana pasada por la Marina se trató de una operación perfectamente dirigida hacia un blanco específico”, añade.
Extracto del reportaje principal que se publica en la edición 1787 de la revista Proceso, ya en circulación.
http://www.proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/87859