Martes 10 de Mayo, 201
México D.F., SME.-
En conferencia de prensa en Insurgentes 98 la postura del Frente Sindical Mexicano (FSM) fue expresa y clara, desechar la Reforma Laboral que presento el Partido Acción Nacional el pasado 18 de marzo, para reformar 419 de los 1,010 artículos de la Ley Federal del Trabajo. Entre los asistentes estuvieron Eduardo Chávez del Sindicato Internacional de Constructores de Elevadores, Georgina Tecla USD- IPN, Gilberto Robles Álvarez Secretario de Relaciones y Solidaridad del SITUAM, Benito Baena Lome de la Alianza de Tranviarios y José Luis Vega Núñez del Frente Sindical Mexicano quienes expresaron la rotunda negativa a discutir una Reforma Laboral que se inclina a todas luces a favor del patrón y no del trabajador.
La propuesta se concentra en socavar las conquistas logradas a principio del siglo XX como lo son el derecho a huelga, en este caso se plantea que “cuando un conflicto de huelga se prolongue por más de 60 días, sin que los trabajadores lo hayan sometido a la decisión de la Junta de Conciliación y Arbitraje, el patrón o los terceros que acrediten su interés, podrán solicitar por escrito se inicie el arbitraje en cualquier momento”. As como introducir esquemas del “trabajo flexible” como periodos de prueba, contratos de capacitación inicial y trabajo de temporada además de regular lo que es contrario a la ley para tal caso regular la subcontratación, el llamado outsourcing que coadyuva a que los patrones establezcan a deseo propio los gastos, prestaciones y salarios que devengan quienes rentan la fuerza de trabajo.
Durante las intervenciones un reportero cuestiono al margen del tema tratado la relación que los integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) mantienen con la prensa, en cuanto a ello el compañero Secretario General del SME y presidente FSM Martín Esparza Flores aclaro que mientras el respeto sea reciproco no habrá discordancias en la realización de la labor periodística, pues sabemos que los medios de comunicación en su mayoría están coercionados por los intereses de la oligarquía mexicana.
Por último se recalcó el retroceso que implica para los derechos de la clase obrera la propuesta panista y sus evidentes candados a la libertad y a la democracia sindical.