Andrea Becerril y Víctor Ballinas
Publicado: 31/05/2011 16:33
México, DF. El secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano, sostuvo ante legisladores que muchos de los 38 mil accidentes en minas que se han registrado en los últimos diez años, se habrían evitado, si estuviera ya en marcha la reforma laboral.El funcionario, quien compareció, junto con los titulares de Economía, Energía, Medio Ambiente y los titulares del IMSS y la CFE, se confrontó con diputados y senadores del PRI, PRD y PT, a tal grado que los perredistas, en voz de Armando Ríos Piter, le advirtieron que no será interlocutor con el Congreso.
Los priístas pidieron que se le llamara la atención, “por su soberbia” ya que a la diputada del tricolor, Marcela Guerra, el funcionario le gritó: “El problema es que ustedes no comparecen ante la sociedad por no haber aprobado la reforma a la Ley Federal del Trabajo. “O no estaba o no entendió mi intervención”, le espetó además al perredista Vidal Llerena, quién lo cuestionó sobre las responsabilidad del gobierno federal en los accidentes de Pasta de Conchos y el más reciente en una mina de carbón de Coahuila.
Incluso el senador de PAN, Ricardo García Cervantes, lo refutó y le reclamó por tener congelado el asunto de Pasta de Conchos. Lozano argumentó que hay un déficit de 371 por ciento de inspectores y no les permiten crear plazas, cómo va a cumplir así su responsabilidad la STPS. Y acabó diciendo a los legisladores: “Piénsenle como quieran”. Advirtió que si se cierran de un día para otro las minas que funcionan de manera irregular, no se tiene dónde colocar a los trabajadores.
Otro de los cuestionados, fue el secretario de Economía, Bruno Ferrari, quién defendió la minería, dijo que es una de las actividades más importantes, que representa el 4.6 por ciento del PIB, que los salarios son buenos, que se han otorgado más de 26 mil concesiones y planteó un “decálogo” para mejorar esa actividad, que incluye reformas la Ley Minera.
Los demás funcionarios poco intervinieron, sólo fueron testigos de los exabruptos de Lozano.
Fuente: La Jornada
