Nacional - Viernes, 23 de diciembre de 2011
El cinismo de los políticos mexicanos, sean del signo que sean, no tiene límites. Ahí está el caso de los ex –secretarios de la Función Pública, Salvador Vega Casillas y del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, ambos dejaron grandes pendientes en las dependencias que encabezaron, pero aún así, van ahora, en busca de una senaduría, cual viles chapulines de la política.
El primero, quien estuvo a cargo de la SFP tras la salida de Germán Martínez Cásares, dejó dos grandes pendientes, la enorme corrupción en Petróleos Mexicanos y las no menos significativas corruptelas en la Comisión Federal de Electricidad, las dos grandes del sector paraestatal mexicano.
El segundo quien estuvo a cargo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, deja en el camino el gran propósito del gobierno calderonista de ser el “Presidente del empleo” y el caso Mexicana de Aviación, con el que francamente no pudo. Nueve mil empleados están en la calle, gracias a la incompetencia del poblano que ahora aspira a ser senador.
Los dos casos son muy graves porque se trata de políticos que es probable se salgan con la suya a pesar de su irresponsabilidad, saben que cuentan con el manto protector de su partido y de quien hasta ahora es el jefe nato del panismo, lo demás les vale.
El caso de Vega Casillas es patético. Pasó de noche al frente de la dependencia que debe garantizar la rendición de cuentas, baste darle una hojeada al libro: El Cártel Negro de esa gran periodista que es Ana Lilia Pérez para darse cuenta de las corruptelas en Pemex, que como secretario no vio ni oyó.
Ese gran saqueo de gasolinas a través de la ordeña de ductos de la paraestatal que realiza toda una auténtica mafia integrada por individuos de dentro y de fuera de la empresa petrolera nacional, lacera sus finanzas. Tan sólo en la refinería de Tula, consigan la autora, el 30 por ciento de la producción de gasolinas se va a manos de esas ratas.
La ordeña de gasolinas a la paraestatal no sólo es a los ductos que trasportan las que se producen en el sistema nacional de refinación, sino hasta en el desembarco del combustible que se compra en el extranjero a precios del mercado internacional señala Ana Lilia.
Pero el señor Vega Casillas ni s enteró, ¿cómo se llama eso? ¿Negligencia? ¿Puede ser senador? Sólo en México se dan estos casos. Por lo que toca a Lozano lleva sobre su frente la medallita de haber dejado a más de 40 mil trabajadores sin empleo y otras tantas familias la pasan muy duras, sobre todo en estos días. Pero gracias a su lealtad a Calderón despacharán en el nuevo edificio del Senado.
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El caso Moreira no quedó en la renuncia del coahuilense a la dirigencia nacional del PRI. Viene fuerte para lo electoral…Ángel Heladio Aguirre se revuelca como gato boca arriba, pero si tuviera vergüenza haría lo mismo que su procurador, ambos son los culpables de la muerte de los estudiantes de la normal de Ayotzinapa, Guerrero.
Fuente : Revista EMET
