Viernes, 10 de Febrero de 2012
Había pocas opciones para Manuel Clouthier: perder el domingo o bajarse de la precandidatura que apenas obtuvo hace unos días.
El hijo de Maquío le ganó dos batallas a los panistas: la primera, cuando en una franca arrogancia y autoritarismo, el partido le negó la posibilidad de contender por la candidatura, se fue tribunales y el PAN fue obligado a registrarlo, con todo y el hígado a punto de reventarles a la élite azul sinaloense.
La segunda fue ayer, cuando decide bajarse de la contienda y echarle en cara al Presidente de República la porquería que en que se convirtió Acción Nacional.
Cómo él mismo dijo, le volvió a sacar la lengua a Calderón.
Clouthier hubiera ganado en Sinaloa si lo hubieran dejado hacer campaña.
Lo bloquearon alegando que era una persona incómoda y no grata para los panistas y, luego de pleitos con la justicia “expedita”, le quedaron menos de seis días para hacer campaña.
El PAN de su padre ya no existe más:
El de los hombres trabajadores, echados para delante, honestos, conservadores en los principios y “valores” básicos de una sociedad tradicional pero con ganas de revolucionar un sistema plagado de corruptelas, el PAN que albergaba a los enemigos acérrimos de todo lo que atente contra la democracia.
Ese PAN murió cuando llegaron los arribistas, cuando el partido azul se convirtió en un negocio muy redituable, cuando los conservadores tradicionales le dieron acceso a los conservadores radicales, al yunque, a la ultra derecha enferma por el poder y que no está dispuesta a soltarlo.
Hoy el PAN es el viejo PRI y el PRI es el viejo PRI.
Clouthier sale como un triunfador y como un hombre íntegro.
Su hermana apoya a López Obrador.
Clouthier, quizá, sea convencido por la MORENA y por la incipiente izquierda sinaloense para contender. Tendrá que pensar la nueva jugada: si acepta, muchos lo van a criticar como un arribista, si lo rechaza, está condenado a la banca por al menos tres años.
Suerte, Manuel.
Balas Perdidas.
Cuentan cercanos al sistema de justicia mexicano que aún falta el golpe certero contra el tricolor.
Hace unos días, el tamulipazo.
Ayer, el moreirazo.
Y en escritorios dependientes a la PGR, hay papeles que se acumulan contra funcionarios de Veracruz y Puebla. La estrategia tiene varios frentes.
Si no hay negociación, como dice la canción: “Para abril o para mayo”
Fuente : Ciudad y Poder