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martes, 6 de marzo de 2012

A cuatro meses de los comicios, se repite la guerra de encuestas que lanzó AN en 2006

Los números y algunos protagonistas confirman esa estrategia

Periódico La Jornada
Lunes 5 de marzo de 2012, p. 8
¡El señor López está bajando y yo subiendo! Eso decía Felipe Calderón mientras esbozaba una sonrisa ante cientos de comensales que pagaron por verlo en el Casino del Bosque. Faltaban tres meses para la elección de 2006 y el equipo del entonces candidato presidencial del PAN repartió gráficas de encuestas que lo ubicaban a tan sólo cuatro puntos de Andrés Manuel López Obrador, cuando el mes anterior la diferencia era de nueve o más.

Era la mañana del 28 de marzo de hace seis años y Calderón había dado un viraje a su campaña tras cometer muchos errores, como él mismo reconoció. Incluyó una sacudida a su equipo, que implicó la salida del publicista Francisco Ortiz y la entrada de Antonio Solá, hoy asesor de Josefina Vázquez Mota, así como la del estadunidense Dick Morris, posteriormente.

Han transcurrido más de seis años de ese episodio y el uso de las encuestas como parte de las estrategias de la campaña panista parece similar, y hasta los números y algunos protagonistas se repiten.

Calderón aseguró el mes pasado que su correligionaria, la panista Josefina Vázquez Mota, estaba a cuatro puntos de distancia del puntero, el priísta Enrique Peña Nieto, en la carrera por sucederlo. A partir de entonces se desató una polémica y la invitación del tricolor a que el Presidente cambiara de encuestadora, sin que Vázquez Mota deje de utilizar estos sondeos para hacer proselitismo.

No es la primera vez que resultados de encuestas se convierten en el centro del debate en una campaña electoral.

La primera vez que Calderón se valió claramente de estas herramientas fue la mañana de aquel martes 28 de marzo de 2006 reseñada arriba. Ante 800 personas, se enorgulleció de que dichos estudios de opinión lo colocaban a cuatro puntos de distancia del tabasqueño, y destacó incluso que en sus sondeos telefónicos aparecía adelante.

Para reforzar esa idea su equipo de prensa repartió una hoja –cuya copia tiene La Jornada– con los resultados de cuatro encuestas publicadas en marzo de las empresas Bimsa, Consultores y Marketing Político, Arcop (de Rafael Jiménez, desde entonces el encuestador oficial de Calderón, quien hoy cumple esa función desde Los Pinos), y sólo la de Mitofsky ponía en ventaja al tabasqueño por siete puntos.

Para no dejar lugar a dudas, el boletín del día afirmaba: ¡La segunda etapa de la campaña está dando resultados! A 96 días de la elección, Felipe Calderón avanza. Vamos por más, ¡vamos a ganar este 2 de julio!

Aquel desayuno con familias de clase media y alta destacó también porque una dama elegante le preguntó al entonces aspirante presidencial cómo iba a llevar su mensaje a la gente más ignorante. Con espots de televisión, respondió.

Dos semanas atrás había comenzado a escribirse la historia de la campaña negativa contra López Obrador. En la sede nacional del PAN, Calderón presentó dos anuncios: en el primero se acusaba al perredista de la falta de empleo en el DF, y en otro el propio candidato garantizaba trabajo a los mexicanos en vez de deuda o crisis económica.

Paradojas de la política, en la presentación de los anuncios Calderón se mostró muy cercano a su antiguo enemigo, Manuel Espino, entonces presidente del PAN, quien en poco tiempo se convirtió en un férreo defensor de las encuestas y de los espots contra López Obrador.

En una entrevista concedida a La Jornada en abril de 2006 se mostró satisfecho, porque para entonces Felipe iba arriba en las encuestas y López Obrador había llamado al presidente Vicente Fox: cállate, chachalaca, frase que los panistas usaron en un espot.

Me tienen sin cuidado de dónde vengan las encuestas. La mejor encuesta es la actitud de López Obrador. Ha perdido los estribos sin ton ni son. Ya Felipe Calderón lo tiene en su corral, expresó.

Una vez que lo metieron en su corral, ¿qué sigue?, se le preguntó. Darle de carambazos para que no se vuelva a poner tan gallón, respondió.

Lo demás es historia conocida. Espino fue expulsado del PAN y el mercadólogo Antonio Solá, lo mismo que las encuestas, vuelve a ser noticia. Falta un mes para conocer los espots.

Fuente : La Jornada