Javier Lozano Alarcón, vocero del PAN y tecnócrata de largo recorrido, tiene una larga y siniestra trayectoria plagada de expedientes negros que incluyen el uso y abuso de amenazas, intimdaciones y rudos ataques a todos su enemigos. Su última andanda contra el PRI, el partido que lo cobijó en los noventa, muestan un personaje conocido por todos como un golpeador nato.
No se podía quedar callado Lozano. La nota del día 26 fue la ilegal grabación del audio entre Josefina Vázquez Mota y su coordinador de redes sociales saludando al orejón de Genaro García Luna; el secretario de seguridad pública que gusta de espiar todas las conversaciones.
Mientras el vocero del PAN y ex secretario de trabajo Javier Lozano hablaba contra el PRI en una conferencia de prensa que nadie siguió, el enojo del panista fue en aumento y hoy martes estalló en una andandada de tuits y entrevistas donde, sin prueba alguna, acusaba a los priistas de querer dividir al blanquiazul para esconder que donde ellos mandan el crimen organizado tiene manga ancha.
Javier Lozano, de talante golpeador (Foto: portalibre.mx)
Así remarcaba Notimex la ira divina de Lozano:
El vocero del Partido Acción Nacional (PAN), Javier Lozano, culpó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) del espionaje telefónico del que habría sido objeto la virtual candidata presidencial de su partido, Josefina Vázquez Mota.
En conferencia de prensa, el ex secretario del Trabajo rechazó comentar el contenido de la grabación difundida por un portal de internet.
En dicho material que Vázquez Mota habría dicho que el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, graba sus conversaciones y la Coordinadora General de Comunicación Social de la Presidencia, Alejandra Sota, las “filtra”.
Lozano Alarcón dijo que no discutirá el tema porque la intervención telefónica es una práctica deleznable “venga de donde venga” y un delito que se ha convertido en un “deporte nacional”, por lo que en este caso se presentará una denuncia ante las instancias competentes.
“No voy a contribuir a eso que estamos reprobando, pero por supuesto sabemos que estamos espiados por los de la casa de enfrente, lo sabemos. El que nada debe nada teme y sin embargo vamos a presentar una y otra vez las denuncias del caso, no nos vamos a dejar”, recalcó.
Aclaró que cuando se refiere a la casa de enfrente se trata del PRI y pidió a la ciudadanía no dejarse influir “con esto que parece atractivo”, sino que contraste personalidades, proyectos, propuestas, iniciativas, trayectorias y congruencia.
El vocero panista recalcó que si bien no conoce la grabación sino sólo las notas periodísticas sobre la misma, “sospecha” que las realizó el Revolucionario Institucional, basándose en “la historia de estos angelitos”.
Pero debido a su adicción a la polémica, los reflectores y el pleito en redes, merece la pena conocer quen es el el secretario de Trabajo.
¿Es un angelito Javier Lozano?
Recordaba Jorge Lara Rivera en Por esto! alguns perlas en el CV de este panista renacido:
Prepotente y rijoso desde la impunidad, como acostumbra, rastrero con su patrón de Los Pinos y tomando la fácil puntada legaloide de una falacia –“libertad de expresión” y “derecho a la información de la sociedad”– como endeble base para justificar el injerencismo descarado del jefe del Ejecutivo federal en el proceso electoral, Javier Lozano Alarcón, flamante “vocero” del PAN ha salido a querer minimizar la denuncia pública de que “una PANdilla de cuatreros” se ha apoderado del partido, hecha por la diputada de la Asamblea Legislativa del DF, Lía Limón, tras el cochinero de las elecciones internas.
De paso, el oportunista esquirol que lucró en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social hostigando y persiguiendo al sindicalismo mexicano, tras servir de patiño a los suspiros del perdedor designado Ernesto Cordero Arroyo y arrojarse a los pies de Chepina Vázquez Mota, procuró desviar la atención sobre el lodazal en que medra tratando de raspar a Enrique Peña Nieto y a Andrés Manuel López Obrador. Pero los disparos le salen por la culata.
Al poner en entredicho el modus vivendi del tabasqueño perredista sembrando intrigas en la sociedad sobre el tema: de qué ha vivido estos 6 años sin tener empleo ni negocio, insinuando que son ilegales los 50 mil pesos que recibe de la asociación “Honestidad Valiente”, se cae en la cuenta de que Lozano Alarcón no tiene autoridad moral –ninguna– acusado como está por el empresario chino naturalizado mexicano Zheng Lee Yegong por extorsionarlo –“coopelas o cuello”– para guardar casi 210 millones de dólares en efectivo “para la campaña” del hoy ocupante de Los Pinos.
Menos cuando se piensa en la magnitud del quebranto doloso a que el hampón, quien fungió como titular de la Secretaría del Trabajo y “Previsión” Social, llevó en apoyo a Juan Molinar Horcasitas (a la sazón en SCT) a la aerolínea Mexicana de Aviación, ni por el monto de las compras que por asignación directa realizó la Secretaría cuando él la encabezó, ni por las generosas dádivas que los poderosos intereses de la transnacional Grupo México (cuya filial Minera México opera Pasta de Conchos, en Coahuila), la minera canadiense New Gold y la empresa coreana que construye la planta regasificadora en Manzanillo, Colima, dispensaron a cambio de no ser estorbados con escollos legales laborales.
Su especial insistencia en acusar al PRI de ser parte del eje del mal, junto al eterno AMLO, tiene que ver mucho con su conversión al panismo en la anterior campaña presidencial, según recordaba la Jornada cuando en diciembre del 2006 fue nombrado Secretario de Trabajo:
Lozano es otro futuro funcionario que hizo carrera en las filas del PRI. Egresado de la Escuela Libre de Derecho, fue vocero de Francisco Labastida Ochoa, y en el gobierno de Zedillo ocupó diversos cargos en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el más importante como subsecretario. En 1998 fue designado presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones.
Como servidor público se ha especializado en las áreas de hacienda y comunicaciones, por lo que carece de antecedentes en el tema de trabajo y previsión social, lo que será su nueva responsabilidad en nueve días.
Después renunció al PRI y antes de la precampaña presidencial de Calderón se convirtió en uno de sus asesores más cercanos.
Desde su conversión y proximidad a Los Pinos, Javier Lozano se convirtió en el malo de la película. El hombre duro que ejecutaba las órdenes de dejar en la calle a 40 mil trabajadores de Luz y Fuerza del Centro y apoyaba sin duda alguna a Grupo México ante el expediente Pasta de Conchos mientras hacía favores constanes a todos los amigos de la tenebra empresarial implicados en escandalosos fraudes, quiebras y otros asuntos de corrupción institucionalizada, como fue el desplome provocado de Mexicana de Aviación en cuya intrincada historia se encuentra siempre la sombra de Lozano.
Este proceso de conversión al panismo ha convertido al poblano no sólo en uno de los más encumbrados funcionaros del sexenio de Calderón sino que además se dio un baño de pureza blanquiazul y pasó a ser operador del presidente dentro del PAN rompiendo esquemas, tradiciones y jerarquías y siendo el único ex priista en llegar tan lejos dentro del escalafón interno.
Por ello también, sus pleitos con los cuadros del PRI desde Twitter al Congreso de la Unión. Porqué siendo amigos y familia, no siempre le cumplen la agenda. Y entonces la cólera divina de Lozano no tiene límites.Tal cual sucedió con las grabaciones de Josefina Vázquez Mota el 26 de marzo.
Del poder empresarial al poder político.
Nada mejor que este texto sobre “un joven originario del estado de Puebla, a quién por algún motivo, se le quiere relacionar con ese gran pistolero y empresario poblano: don Gabriel Alarcón”. Una pieza sobre Javier Lozano Alarcón escrita en 1998 que cuenta sus vínculos con el poderoso Grupo Monterrey y su red de poder en la siempte esratégics Secretaría de Comunciaciones y Transportes:
Y es que, algo debió haber heredado del abuelo, para que se le considere en la SCT como el único poder. Egresado de la Escuela Libre de Derecho, donde se le recuerda por su mediocridad, pasó directo a cobrar en las arcas del Banco de México, al lado de Miguel Mancera Aguayo, quien tuvo que prescindir de sus servicios en poco tiempo. No obstante, el joven Lozano Alarcón ya había aprendido todo. Su habilidad lo llevó de inmediato a cobrar en el Grupo Alfa, donde permaneció muy pocos días pues también tronó como ejote luego de ser víctima de ciertas dudas ideológicas al grado de pronunciarse como un panista en contra del gobierno federal en un año como 1989, cuando el horno no estaba para bollos.
Javier Lozano Alarcón sale del Grupo Alfa, empero, deja viva esa relación que hoy todavía mantiene a través de los abogados Rafael Ojeda y el misterioso licenciado Vega, quienes están abocados al igual que su hermano Gerardo con todo lo que este relacionado con la SCT, en especial concursos y contratos y demás asesorías relacionadas con la SCT.
El poder de Javier Lozano en la SCT es absoluto. Cuando fue Oficial Mayor, manejo al director de asuntos jurídicos a su antojo, tal y como lo ha publicado el periodista Luis Soto en su Agenda Confidencial. En efecto, en dicha área, Lozano Alarcón colocó a un incondicional, Diego Tinoco ex compañero de banca en la Libre de Derecho. A su coordinadora de asesores María de la Luz Ruiz Mariscal, la proyectó para que lo sustituyera en la Oficialía Mayor de la SCT. Aunque, es cierto, por ciertas dudas, le tiene metido a Jesús Naime, un sujeto de negros antecedentes en la SCT, de cuando pasó por la Dirección de Recursos Materiales, hechos que fueron tapados por el Oficial Mayor pasando a Naime a la dirección de Recursos Humanos en la misma SCT.
Todo un historial que lo acredita para un papel en la serie Infames. Pero lo cierto es que nadie, excepto el círculo rojo de Los Pinos, discute que su carácter agrio y retador lo ha convertido en el porro oficial de este sexenio, un cargo que parece no querer abandonar ni en temporada electoral:
Abogados laboralistas y trabajadores de la propia STPS sostienen que Lozano Alarcón es “insufrible”, porque es impaciente y tiene un carácter explosivo. En la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) le apodan Kid Lozano por “bravucón”, o Archivaldo, porque ordena archivar los expedientes que le resultan incómodos, como las solicitudes de aumento salarial de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA).
Cuentan que sus giras las llaman “los viajes del adiós”, porque al regreso despide a uno de sus colaboradores o éstos renuncian por diferencias con el funcionario. A su equipo lo apodaron genérico intercambiable, porque al personal lo cambia de puesto a su antojo.
Sus desplantes son alentados por su supuesta relación personal con el Ejecutivo, porque es su “asesor”. Lozano Alarcón conoció a Felipe Calderón en la Escuela Libre de Derecho; ambos se titularon en 1987.
Su carácter lo impulsa a responder personalmente las críticas en su contra publicadas en los medios de comunicación, sólo que las redacta y firma con nombres de sus colaboradores sin antes consultarlos, sostienen.
Por eso, consideran a la STPS un instrumento del sector empresarial y comparan a Lozano Alarcón con Arsenio Farell Cubillas, quien fue secretario del Trabajo durante los sexenios de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari, pero “sin conocimiento jurídico. Se parecen en lo arbitrario”.
Para agradar a Calderón, aseguran, el profesor titular de la cátedra de introducción al estudio del derecho de la Escuela Libre de Derecho se muestra “echado para adelante”, magnificando los problemas con los sindicatos, actuando de manera arbitraria, como lo hizo en abril pasado con los mineros de Cananea, al terminar la relación laboral con Grupo México en una sesión que duró 24 horas en la JFCA.
Reflectores a como de lugar. Así dice, así piensa y así hace el nuevo cruzado de las porras panistas: Javier Lozano Alarcón.
De paso, el oportunista esquirol que lucró en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social hostigando y persiguiendo al sindicalismo mexicano, tras servir de patiño a los suspiros del perdedor designado Ernesto Cordero Arroyo y arrojarse a los pies de Chepina Vázquez Mota, procuró desviar la atención sobre el lodazal en que medra tratando de raspar a Enrique Peña Nieto y a Andrés Manuel López Obrador. Pero los disparos le salen por la culata.
Al poner en entredicho el modus vivendi del tabasqueño perredista sembrando intrigas en la sociedad sobre el tema: de qué ha vivido estos 6 años sin tener empleo ni negocio, insinuando que son ilegales los 50 mil pesos que recibe de la asociación “Honestidad Valiente”, se cae en la cuenta de que Lozano Alarcón no tiene autoridad moral –ninguna– acusado como está por el empresario chino naturalizado mexicano Zheng Lee Yegong por extorsionarlo –“coopelas o cuello”– para guardar casi 210 millones de dólares en efectivo “para la campaña” del hoy ocupante de Los Pinos.
Menos cuando se piensa en la magnitud del quebranto doloso a que el hampón, quien fungió como titular de la Secretaría del Trabajo y “Previsión” Social, llevó en apoyo a Juan Molinar Horcasitas (a la sazón en SCT) a la aerolínea Mexicana de Aviación, ni por el monto de las compras que por asignación directa realizó la Secretaría cuando él la encabezó, ni por las generosas dádivas que los poderosos intereses de la transnacional Grupo México (cuya filial Minera México opera Pasta de Conchos, en Coahuila), la minera canadiense New Gold y la empresa coreana que construye la planta regasificadora en Manzanillo, Colima, dispensaron a cambio de no ser estorbados con escollos legales laborales.
Su especial insistencia en acusar al PRI de ser parte del eje del mal, junto al eterno AMLO, tiene que ver mucho con su conversión al panismo en la anterior campaña presidencial, según recordaba la Jornada cuando en diciembre del 2006 fue nombrado Secretario de Trabajo:
Calderón y Lozano, relación estrecha (Foto: animalpolitico.com)
Lozano es otro futuro funcionario que hizo carrera en las filas del PRI. Egresado de la Escuela Libre de Derecho, fue vocero de Francisco Labastida Ochoa, y en el gobierno de Zedillo ocupó diversos cargos en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el más importante como subsecretario. En 1998 fue designado presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones.
Como servidor público se ha especializado en las áreas de hacienda y comunicaciones, por lo que carece de antecedentes en el tema de trabajo y previsión social, lo que será su nueva responsabilidad en nueve días.
Después renunció al PRI y antes de la precampaña presidencial de Calderón se convirtió en uno de sus asesores más cercanos.
Desde su conversión y proximidad a Los Pinos, Javier Lozano se convirtió en el malo de la película. El hombre duro que ejecutaba las órdenes de dejar en la calle a 40 mil trabajadores de Luz y Fuerza del Centro y apoyaba sin duda alguna a Grupo México ante el expediente Pasta de Conchos mientras hacía favores constanes a todos los amigos de la tenebra empresarial implicados en escandalosos fraudes, quiebras y otros asuntos de corrupción institucionalizada, como fue el desplome provocado de Mexicana de Aviación en cuya intrincada historia se encuentra siempre la sombra de Lozano.
Sede central de la extinguida LyFC (Foto: noticias.aollatino.com)
Este proceso de conversión al panismo ha convertido al poblano no sólo en uno de los más encumbrados funcionaros del sexenio de Calderón sino que además se dio un baño de pureza blanquiazul y pasó a ser operador del presidente dentro del PAN rompiendo esquemas, tradiciones y jerarquías y siendo el único ex priista en llegar tan lejos dentro del escalafón interno.
Por ello también, sus pleitos con los cuadros del PRI desde Twitter al Congreso de la Unión. Porqué siendo amigos y familia, no siempre le cumplen la agenda. Y entonces la cólera divina de Lozano no tiene límites.Tal cual sucedió con las grabaciones de Josefina Vázquez Mota el 26 de marzo.
Del poder empresarial al poder político.
Nada mejor que este texto sobre “un joven originario del estado de Puebla, a quién por algún motivo, se le quiere relacionar con ese gran pistolero y empresario poblano: don Gabriel Alarcón”. Una pieza sobre Javier Lozano Alarcón escrita en 1998 que cuenta sus vínculos con el poderoso Grupo Monterrey y su red de poder en la siempte esratégics Secretaría de Comunciaciones y Transportes:
Edificio principal de la SCT en el DF (Foto: aztecanoticias.com.mx)
Y es que, algo debió haber heredado del abuelo, para que se le considere en la SCT como el único poder. Egresado de la Escuela Libre de Derecho, donde se le recuerda por su mediocridad, pasó directo a cobrar en las arcas del Banco de México, al lado de Miguel Mancera Aguayo, quien tuvo que prescindir de sus servicios en poco tiempo. No obstante, el joven Lozano Alarcón ya había aprendido todo. Su habilidad lo llevó de inmediato a cobrar en el Grupo Alfa, donde permaneció muy pocos días pues también tronó como ejote luego de ser víctima de ciertas dudas ideológicas al grado de pronunciarse como un panista en contra del gobierno federal en un año como 1989, cuando el horno no estaba para bollos.
Javier Lozano Alarcón sale del Grupo Alfa, empero, deja viva esa relación que hoy todavía mantiene a través de los abogados Rafael Ojeda y el misterioso licenciado Vega, quienes están abocados al igual que su hermano Gerardo con todo lo que este relacionado con la SCT, en especial concursos y contratos y demás asesorías relacionadas con la SCT.
El poder de Javier Lozano en la SCT es absoluto. Cuando fue Oficial Mayor, manejo al director de asuntos jurídicos a su antojo, tal y como lo ha publicado el periodista Luis Soto en su Agenda Confidencial. En efecto, en dicha área, Lozano Alarcón colocó a un incondicional, Diego Tinoco ex compañero de banca en la Libre de Derecho. A su coordinadora de asesores María de la Luz Ruiz Mariscal, la proyectó para que lo sustituyera en la Oficialía Mayor de la SCT. Aunque, es cierto, por ciertas dudas, le tiene metido a Jesús Naime, un sujeto de negros antecedentes en la SCT, de cuando pasó por la Dirección de Recursos Materiales, hechos que fueron tapados por el Oficial Mayor pasando a Naime a la dirección de Recursos Humanos en la misma SCT.
Todo un historial que lo acredita para un papel en la serie Infames. Pero lo cierto es que nadie, excepto el círculo rojo de Los Pinos, discute que su carácter agrio y retador lo ha convertido en el porro oficial de este sexenio, un cargo que parece no querer abandonar ni en temporada electoral:
Abogados laboralistas y trabajadores de la propia STPS sostienen que Lozano Alarcón es “insufrible”, porque es impaciente y tiene un carácter explosivo. En la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) le apodan Kid Lozano por “bravucón”, o Archivaldo, porque ordena archivar los expedientes que le resultan incómodos, como las solicitudes de aumento salarial de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA).
Cuentan que sus giras las llaman “los viajes del adiós”, porque al regreso despide a uno de sus colaboradores o éstos renuncian por diferencias con el funcionario. A su equipo lo apodaron genérico intercambiable, porque al personal lo cambia de puesto a su antojo.
Sus desplantes son alentados por su supuesta relación personal con el Ejecutivo, porque es su “asesor”. Lozano Alarcón conoció a Felipe Calderón en la Escuela Libre de Derecho; ambos se titularon en 1987.
Su carácter lo impulsa a responder personalmente las críticas en su contra publicadas en los medios de comunicación, sólo que las redacta y firma con nombres de sus colaboradores sin antes consultarlos, sostienen.
Por eso, consideran a la STPS un instrumento del sector empresarial y comparan a Lozano Alarcón con Arsenio Farell Cubillas, quien fue secretario del Trabajo durante los sexenios de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari, pero “sin conocimiento jurídico. Se parecen en lo arbitrario”.
Para agradar a Calderón, aseguran, el profesor titular de la cátedra de introducción al estudio del derecho de la Escuela Libre de Derecho se muestra “echado para adelante”, magnificando los problemas con los sindicatos, actuando de manera arbitraria, como lo hizo en abril pasado con los mineros de Cananea, al terminar la relación laboral con Grupo México en una sesión que duró 24 horas en la JFCA.
Reflectores a como de lugar. Así dice, así piensa y así hace el nuevo cruzado de las porras panistas: Javier Lozano Alarcón.
Fuente : Punto Critico
