MÉXICO, D.F. (Proceso).- Atrás quedó el discurso de Enrique Peña Nieto de la noche del domingo 1, cuando ofreció “alentar la reconciliación nacional” y estar “abierto a la crítica”, así como evitar el “retorno a las viejas prácticas” del PRI, cuando se proclamó ganador de la contienda presidencial.
El endurecimiento priista incluye nuevas estrategias de comunicación, sobre todo en Estados Unidos. El equipo de Peña contrató a la empresa de cabildeo y propaganda informativa Chlopak, Leonard Schechter y Asociados (CLSA) para contrarrestar en los medios estadunidenses las versiones sobre la compra del voto y el fraude.
CLSA es la misma compañía que ofrece “asesoría en comunicación” al expresidente Ernesto Zedillo, acusado en un tribunal federal de Estados Unidos por presuntos crímenes de lesa humanidad en la matanza de 45 indígenas en Acteal, Chiapas, en diciembre de 1997.
También cabildeó a favor del expresidente colombiano Álvaro Uribe, cuyo exjefe de la Policía Nacional, general Óscar Naranjo, asesoraría en temas de seguridad a Peña Nieto; y del presidente hondureño de facto Roberto Micheletti, quien asumió el poder tras el golpe contra Manuel Zelaya, según información del reportero Bill Conroy publicada el lunes 23 en el blog www.narconews.com.
Esta información no ha sido desmentida por el PRI.
Se desconoce el monto del contrato con CLSA, pero Conroy recordó que a raíz del golpe de Estado en Honduras la empresa promovió al gobierno de Micheletti “a través del uso de medios de difusión, contactos con políticos y eventos, así como la difusión pública de información para el personal de gobierno de los funcionarios gubernamentales, medios de comunicación y grupos gubernamentales”.
La misión de CLSA –asentada el viernes 6 en el Acta de Registro de Agentes Extranjeros (FARA, por sus siglas en inglés)– es proporcionar “asesoría en comunicación y asistencia del equipo de transición (de Peña Nieto) incluyendo la difusión de noticias/anuncios del equipo de transición, seguimiento de la evolución de la noticia y la política relacionada con el interés México-Estados Unidos”.
Contra las pistas del “Monexgate”
El contraataque priista incluye una serie de mensajes para desacreditar o contrarrestar a quienes han aportado pistas o indicios de la presunta triangulación de fondos para la campaña de Peña Nieto a través de Banco Monex.
Por ejemplo Milenio Diario publicó una extensa investigación contra el empresario José Luis Ponce de Aquino, socio de la empresa Frontera Television Network, quien el pasado 7 de junio demandó a presuntos intermediarios del equipo de Peña Nieto por un fraude de 56 millones de dólares.
Entre otras cosas se acusó a Aquino de hacer negocios con cinco alias diferentes, de tener más de “100 demandas civiles” en California y de operar ilícitamente por medio de cuatro empresas: Central Realty Group, Metro Financial, Master Real State y Banca Financial Inc.
Eduardo Sánchez, vocero del PRI, reiteró que la demanda de Ponce de Aquino es una “vulgar extorsión” y Jesús Murillo Karam consideró que son “fantasías” del empresario.
El objetivo del contraataque fue vincular a Ponce de Aquino con el equipo de la excandidata panista Josefina Vázquez Mota a través de Julio di Bella, coordinador de imagen en la campaña del blanquiazul y director de la empresa PCTV, con quien firmó un contrato para la creación de un canal de señal restringida: TVC+Latin.
En entrevista con Proceso, Ponce de Aquino anunció que preparaba una extensión de su demanda para obligar a Banco Monex a presentar toda la documentación disponible ante la Corte de San Francisco (Proceso 1864). El empresario desmintió en el noticiario radiofónico de MVS, conducido por Carmen Aristegui, las versiones publicadas por Milenio Diario, así como la reiterada acusación priista de que es un “extorsionador”. Precisó que los acuerdos con Di Bella fueron sobre contenidos en televisión restringida, no para apoyar la campaña de Vázquez Mota.
Todo contra AMLO
En la medida en que la información divulgada ha puesto en aprietos la versión de que “ni un solo peso” de la campaña de Peña Nieto se utilizó para la compra del voto, el presidente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell; el estratega de la defensa jurídica ante el tribunal electoral, Jesús Murillo Karam, y otros priistas han contraatacado y apuntan sus baterías a Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición Movimiento Progresista.
“Mal perdedor”, “mesiánico”, “irresponsable”, “insidioso” son algunos de los adjetivos que le han endilgado los voceros priistas en la última semana a López Obrador, a quien también acusan de una presunta triangulación de fondos a través de las asociaciones civiles Honestidad Valiente y Austeridad Republicana.
Las acusan de triangular fondos hasta por mil 200 millones de pesos, pero sólo aportaron como prueba un contrato de abril de 2007 del Gobierno del Distrito Federal por 4.5 millones de pesos para digitalizar archivos.
El colmo de la crispación priista ocurrió el jueves 26, cuando López Obrador afirmó que hay suficientes pruebas para la invalidez de la elección y propuso “un presidente interino”. El PRI respondió a través de un comunicado de prensa en el que acusa al exjefe del gobierno capitalino de tener “delirios mesiánicos” y “vocación autoritaria”.
“Otra vez, como hace seis años, el candidato perdedor, Andrés Manuel López Obrador, radicaliza su discurso y apuesta a la insensata ruptura institucional del país”, afirma el comunicado del PRI.
Este partido advirtió que “no permitirá el resquebrajamiento del orden institucional y democrático de la República (y) seguirá acreditando ante el TEPJF la legalidad de la elección presidencial y la solidez del sistema electoral mexicano”.
Murillo Karam negó el lunes 23 que el PRI pudiera hacerse merecedor de una sanción millonaria por el caso Monex. “Estamos seguros de que no tenemos nada, absolutamente ningún problema. Esto se ha planteado abiertamente, tenemos las pruebas, lo hemos demostrado y no tenemos ninguna preocupación sobre una multa”, reiteró en conferencia de prensa.
El viernes 27 Joaquín no sólo endureció su discurso contra López Obrador sino contra las otras expresiones políticas antipeñanietistas, como las recientes marchas en la capital y otras ciudades.
“Lo que no obtuvieron en las urnas quieren arrebatarlo con las marchas en las calles. Ninguna democracia funciona con esos desplantes”, afirmó Joaquín durante el Encuentro Legislativo Cenecista de la LXII Legislatura.
Además consideró “absolutamente fuera de lugar” la propuesta de un debate entre López Obrador y Peña Nieto para aclarar las dudas sobre el manejo de los fondos en una y otra campañas.