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jueves, 31 de enero de 2013

SME: portazo judicial; Negociar con Bucareli


Astillero

La resolución de una sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación deja a los trabajadores pertenecientes al Sindicato Mexicano de Electricistas en un desamparo jurídico que ahora habrá de derivar hacia Los Pinos y Bucareli, en un desventajoso plano de negociaciones netamente políticas.

Un tribunal colegiado de circuito había otorgado el recurso de amparo a los trabajadores para que la Comisión Federal de Electricidad asumiera responsabilidades laborales como patrón sustituto pero ayer, por unanimidad, los ministros integrantes de la segunda sala de la Corte revocaron aquella decisión, establecieron que no hay tal suplencia patronal y dejaron como único camino jurídico para los electricistas el cobro de sus liquidaciones.

Aun cuando el golpe al SME forma parte del conjunto de excesos cometidos por el calderonismo, en esta ocasión no hubo las rectificaciones que el peñanietismo ha impulsado en otros casos (el de Cassez, en la propia Corte; el de los generales, a través de la PGR), de tal manera que en términos jurídicos acabaron triunfando las posturas del propio Calderón y de su secretario del trabajo, Javier Lozano Alarcón.

El desenlace agrava un problema social y aviva la frustración y enojo de quienes se han sostenido en pie de lucha hasta ahora. La dirección de ese movimiento requiere más que nunca de serenidad y madurez para no permitir que, sembrada o genuina, aparezca la violencia. Especial cuidado debe haber respecto a la marcha que se ha anunciado para hoy, del Ángel de la Independencia al Zócalo de la capital del país.

Aun cuando ayer mismo se informó a los electricistas en resistencia que se explorarán alternativas internacionales en busca de justicia, el cauce más inmediato estará en las pláticas que antes del resolutivo de la Corte ya había adelantado la directiva del SME que se establecerán con la nueva administración federal, con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a la cabeza, según esa versión. Un movimiento reivindicatorio, como el del SME, debe establecer negociaciones con los poderes que pueden dar respuesta a sus reclamos, por lo cual la directiva sindical ha tenido acercamientos con el priísmo peñanietista desde antes de las pasadas elecciones presidenciales.

En estricto sentido, a Los Pinos le favorece en terrenos pragmáticos la resolución de la Corte, pues podrá proponer ciertas formas de auxilio al SME que en dado caso reditúen ganancia política al priísmo gobernante y presenten al emblema mexiquense como un personaje dispuesto a buscar salidas condicionadas y menores a un problema que él no creó. Quienes han maquinado las jugadas políticas del peñanietismo federal podrían buscar fórmulas compensatorias. Con una victoria judicial en sus manos, el SME sería una consolidada y persistente piedra en el actual zapato gobernante. En cambio, con una definitoria resolución adversa, Bucareli y Los Pinos podrán negociar en condiciones marcadamente dominantes.

La Jornada