La Prensa
4 de enero de 2013
J. Adalberto Villasana, Foto: Luis A. Barrera y Javier Narváez
Milagrosamente nadie salió lesionado cuando explotó una mufa en el Centro Histórico, donde ayer, las calles estaban repletas de gente, y en algunas era difícil, incluso, caminar.
Cerca del mediodía, sobre la calle Gante, casi esquina con Avenida 16 de Septiembre, explotó la mufa y provocó cierta alarma entre quienes caminaban cerca del lugar. Afortunadamente por la hora, no había comensales, aún en un restaurante de carnes argentinas que tiene sus mesas en la vía pública, muy cerca de donde fue el siniestro.
Minutos después de la explosión se presentaron al lugar elementos de bomberos y de Protección Civil, que acordonaron el lugar, pero en ningún momento ordenaron a los restaurantes retirar las mesas de la vía pública, aun cuando impedían la circulación.
Acostumbrados a las explosiones de las mufas en el Centro Histórico, las gente continúo su vida normal, en la zapatería de a lado, incluso. Los únicos lugares afectados fueron aquellos en los que se interrumpió el suministro de energía eléctrica, entre los que irónicamente se encontró el de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ubicado a una calle, sobre Avenida Venustiano Carranza.
Más tarde, arribó al lugar una cuadrilla de la CFE, que laboró por unos minutos y reparó el desperfecto pronto, y los establecimientos afectados no sufrieron mucho tiempo por la carencia de energía eléctrica
Milagrosamente nadie salió lesionado cuando explotó una mufa en el Centro Histórico, donde ayer, las calles estaban repletas de gente, y en algunas era difícil, incluso, caminar.
Cerca del mediodía, sobre la calle Gante, casi esquina con Avenida 16 de Septiembre, explotó la mufa y provocó cierta alarma entre quienes caminaban cerca del lugar. Afortunadamente por la hora, no había comensales, aún en un restaurante de carnes argentinas que tiene sus mesas en la vía pública, muy cerca de donde fue el siniestro.
Minutos después de la explosión se presentaron al lugar elementos de bomberos y de Protección Civil, que acordonaron el lugar, pero en ningún momento ordenaron a los restaurantes retirar las mesas de la vía pública, aun cuando impedían la circulación.
Acostumbrados a las explosiones de las mufas en el Centro Histórico, las gente continúo su vida normal, en la zapatería de a lado, incluso. Los únicos lugares afectados fueron aquellos en los que se interrumpió el suministro de energía eléctrica, entre los que irónicamente se encontró el de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ubicado a una calle, sobre Avenida Venustiano Carranza.
Más tarde, arribó al lugar una cuadrilla de la CFE, que laboró por unos minutos y reparó el desperfecto pronto, y los establecimientos afectados no sufrieron mucho tiempo por la carencia de energía eléctrica