Abida Ventura | El Universal
De acuerdo con la dependencia encargada de la liquidación de la paraestatal, los archivos de concentración y el histórico se acogieron a lo dispuesto en los Lineamientos Generales para la Organización y Conservación de los Archivos de las Dependencias y Entidades de la Administración Pública Federal.
Con base en esos lineamientos es que el archivo histórico fue transferido al Archivo General de la Nación, instancia que en julio de 2010 recibió para su resguardo definitivo cerca de mil 800 cajas con documentación que data desde finales del siglo XIX hasta 1988. Ese material, que incluye fotografías inéditas, recibos, facturas, mapas, solicitudes de servicios e inspecciones, actualmente se encuentra en la Galería 8 del edificio de Lecumberri.
Según el historiador José Francisco Coello Ugalde, quien hasta la extinción de la compañía, en octubre de 2009, estuvo a cargo del archivo histórico de LFC, a lo largo de los años la empresa eléctrica había logrado conformar una biblioteca con unos 6 mil volúmenes. El acervo de la paraestatal también incluía una planoteca que contaba con unos 300 mil planos de diversas épocas, muchos de ellos ya digitalizados.
Coello Ugalde comenta que en el archivo histórico de LFC también se comenzaba a conformar un acervo con objetos y piezas antiguas con el objetivo de crear un museo. Ese acervo comprendía unas 300 piezas, como teodolitos, cascos, cámaras fotográficas, equipos de medición para tableros y lámparas antiguas.
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