Cuatro años sin luz y fuerza
* Por el autoabastecimiento no les afectan gastos de la parastatal, dice
Periódico La Jornada
Sábado 12 de octubre de 2013, p. 3
Las tarifas eléctricas en México son elevadas porque las empresas extranjeras y sus socios que utilizan el esquema de autoabastecimiento no son afectados por el costo de las pérdidas no técnicas (robo), ni el impuesto de aprovechamiento, ni los costos de inversión, operación y mantenimiento en que incurre la Comisión Federal de Electricidad (CFE), aseguró José Luis Apodaca, especialista en temas energéticos, al precisar que ello significa un subsidio a las compañías privadas superior a 12 mil millones de pesos anuales.
Ingeniero mecánico electricista egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo León, con maestría en administración para la calidad, Apodaca explicó que, además, los robos de electricidad en el país (casi 23 teravatios-hora), representan unos 35 mil millones de pesos, conforme al precio medio de las tarifas industriales. Este concepto incide en el precio de las tarifas con 17 centavos por kilovatio-hora, para todos los usuarios.
El también asesor en el Congreso y cámaras de industria, microempresario y consultor en las áreas de calidad y ahorro de energía, afirmó que el año pasado la CFE aportó un impuesto de aprovechamiento por 45 mil millones de pesos, cuyo impacto a la tarifa de venta es en promedio de 22 centavos por kilovatio-hora.
Adicionalmente, en su programa anual la CFE retira capacidad de generación de plantas que considera obsoletas para ceder espacios a la producción eléctrica privada.
En el análisis Preparándose para regalar CFE, elaborado con datos oficiales, Apodaca, ex gerente general divisional de CFE –quien además laboró 32 años en diferentes áreas de esa empresa–, mencionó que en el actual esquema de autoabastecimiento –que consiste en la asociación de grandes empresas como Bimbo o Walmart con una firma generadora de electricidad para comprarle el fluido–, es representado por un bloque de energía en 2012, de unos 20 teravatios-hora (TWh), equivalentes a 10 por ciento del total nacional.
Explicó que estas empresas usan el sistema de transmisión nacional, pagando una tarifa de porteo de tan sólo 20 centavos por kilovatio-hora (KWh), que básicamente corresponde apenas al costo de las pérdidas técnicas del sistema y al costo de respaldo que CFE proporciona a las plantas generadoras privadas extranjeras.
Ingresos potenciales
Solamente en 2012, la paraestatal eléctrica obtuvo ingresos por ventas de 308 mil millones de pesos, y subsidios por 104 mil millones, en su mayor parte para la tarifa doméstica.
Esto nos lleva a que potencialmente CFE debiera tener ingresos por 459 mil millones de pesos, si consideramos la recuperación de los subsidios domésticos y agrícolas, la eliminación de los robos de energía y de los subsidios al autoabastecimiento de las empresas privadas en México.
En el informe financiero de 2012, la CFE reporta gastos de operación por 242 mil millones de pesos que, restados de los ingresos potenciales, nos conduce a un remanente de operación de 217 mil millones, significando casi 50 por ciento sobre los ingresos: la paraestatal está muy lejos de tener problemas financieros, porque hasta ahora sobrevive sin recibir los subsidios de parte del gobierno.
Sin embargo, es evidente, dijo, que los subsidios virtuales a las tarifas domésticas y agrícolas están sobredimensionados, porque forman parte del plan de privatización para transferir unos pocos usuarios mayores que consumen 60 por ciento de las ventas totales, a las empresas extranjeras que generan electricidad: pagarían únicamente 20 centavos por KWh de porteo, como hoy lo hacen, y se apropiarían de casi 0.70 centavos por KVh de costos reales no pagados, después de restar los 60 centavos por KWh correspondientes a su costo de generación, para finalmente recibir una transferencia de 85 mil millones de pesos anuales que ahora pertenecen a la CFE, advirtió.
Una vez transferidos los remanentes de la CFE a las empresas privadas, la supervivencia de CFE reclamará subsidios ahora sí reales, para atender a 37 millones de usuarios residenciales y empresas pequeñas, refirió.
Apodaca, miembro fundador del Observatorio Ciudadano de la Energía y de la Fundación Sesgo, alertó que con la reforma energética propuesta se privatizarán las ganancias de Petróleos Mexicanos y CFE, y el gobierno estará técnicamente en quiebra por falta de recursos, y es muy probable que antes de finalizar este sexenio sean sacrificados los sueldos y pensiones de los trabajadores.
En síntesis la reforma energética propuesta por el Presidente para el sector eléctrico, regalará a las empresas privadas los recursos económicos del presupuesto federal y de los trabajadores, concluyó.
La Jornada