Es evidente que el decreto de Calderón que dio término a Luz y Fuerza del Centro, es ilegal. Los especialistas han demostrado que el presidente no tiene facultades para cerrar esa empresa, pues requería de la aprobación del Congreso, de acuerdo a lo establecido en la Constitución. Además, el golpe contra el SME se aplicó retroactivamente, horas antes de la emisión del decreto. Y por si lo anterior fuera poco, la Ley Federal del Trabajo marca claramente que una empresa, cualquiera que ésta sea, no se puede cerrar arbitrariamente, tiene que realizarse un juicio ante las Juntas de Conciliación y Arbitraje, para dar oportunidad a los trabajadores de defenderse.
Como era de esperarse, Calderón y todos los partidos con registro han hecho maniobras para justificar el golpe contra los trabajadores del SME y su empresa y, por su parte, las “personalidades”, desde el senador Beltrones, hasta López Obrador, pasando por el rector de la UNAM y los jerarcas católicos contribuyen a dejar a los electricistas en las peores condiciones para recuperar su fuente de trabajo y defender su sindicato. Entre otras cosas han usado insistentemente el chantaje ideológico de la “lucha civil y pacífica”, para en realidad forzar al SME a recurrir únicamente a las podridas instituciones del régimen.
Vemos con profunda preocupación que los compañeros de la dirección del SME e importantes sectores de ese sindicato, han adoptado esa ideología totalmente extraña a la lucha obrera: la llamada “lucha legal y pacífica”. Estamos de acuerdo en que actualmente la lucha obrera debe respetar la legalidad y no ser violenta. Pero lo que quieren decir esos personajes es otra cosa: su política consiste en suponer en que las demandas obreras y populares se pueden solucionar confiando principalmente en la negociación con las autoridades; y que las protestas, acciones y movilizaciones deben quedar subordinadas a ella o bien suprimirse. Esta política que ha instrumentado la dirección del SME ha llevado al movimiento electricista a una situación de debilidad y podría conducirlo a la derrota.
El movimiento obrero mexicano tiene una rica historia de experiencias de las que se deben sacar lecciones. Ahí está la lucha minera, que en Lázaro Cárdenas, Michoacán, enfrentó las agresiones gubernamentales y derrotó el 20 de abril de 2006 una ruptura ilegal de su huelga por parte de las fuerzas policíacas. Esos son los métodos de la clase trabajadora: la huelga, la movilización e incluso la huelga general si hay condiciones para ello, todo ello en el marco constitucional, que el gobierno viola impunemente.
Se requiere que el SME adopte un plan de acciones de mucha mayor presión para derrotar el infame decreto calderonista. Debe, entonces, dejarse de lado la actual estrategia de negociación, porque el gobierno, además, no ha dado ninguna señal de estar dispuesto a negociar nada que no sea la liquidación de la empresa y por tanto de todos los integrantes del SME.
fuente : http://www.movimientoalsocialismo.com.mx