vie 2 dic 2011
El sexenio calderonista comenzó con uno de los mayores fraudes electorales de la historia de México; sin duda el más grande desde aquella 'caída' del sistema de 1988, que con el mismo descaro permitió a Carlos Salinas de Gortari subir a la presidencia sobre el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, entonces candidato del Frente Democrático Nacional. En el 2006, el descontentó fue aún mayor pues varias encuestas de salida, como la de Televisa, daban por ganador al candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, el resultado electoral declarado por el IFE daría por ganador al derechista Felipe Calderón por un supuesto margen de 0.58%. Con ello se consumaba el primer fraude del sexenio en curso, pues el proceso no resultaba solamente dudoso, sino que además el margen se mostraba claramente cerrado como para poder declarar a un ganador.
Pero como característica de los mexicanos, rápidamente olvidamos este suceso pues el 11 de octubre de 2009 se nos vino el segundo fraude calderonista, en esta ocasión contra la compañía Luz y Fuerza del Centro (LyF), la cual de un día al otro dejó de existir por decreto presidencial, dejando sin empleo a más de diez mil trabajadores y una deuda por liquidación cercana a los veinte mil millones de pesos (Suficiente para comprar más de tres mil iPad's de Josefina).
Y nuevamente este fraude quedó en el olvido pues la malaventurada 'Guerra contra el narco' ha acaparado la atención pública; y cómo no lo iba a hacer, si se cuentan más de 50,000 los muertos.
Pero la razón de esta nota es resaltar el modus operandi del gobierno federal, que a sabiendas del conformismo mexicano, ha optado por seguir adelante con sus proyectos fascistas.
Durante el último mes, el reemplazo de LyF, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que cabe destacar era quien le vendía energía a LyF a costos sumamente elevados, ha estado realizando obras de mantenimiento a sus instalaciones en la zona de las colonias Narvarte y Del Valle.
Sin duda, los 'trabajos de mantenimiento preventivo y mejoras al servicio eléctrico' son fundamentales para un correcto funcionamiento de la red y del servicio a nosotros, los usuarios y clientes. Incluso puedo comprender cuando es necesaria la interrupción, por un corto lapso de tiempo, del suministro para llevar a cabo el llamado 'switcheo' de las líneas antiguas a las nuevas.
Sin embargo, cuando estos cortes duran cerca de doce horas, resulta cuestionable la metodología seguida por la CFE, quedando en entredicho su planeación para estas obras. A mi entender, para sustituir cualquier red eléctrica, ya sea en una casa o en una ciudad, si lo que interesa es molestar lo menos posible a sus usuarios, lo más prudente es tender primero la nueva línea antes de quitar la antigua. Con ello, el tiempo de cambio o 'switcheo' no debería ser mayor a diez minutos.
Pero lo que en realidad ha ocasionado mi malestar es ver como, por un lado, la cuenta de Twitter de CFE (@CFEmx) está más preocupada por ‘palerear’ los logros de Calderón que en responder las quejas de sus usuarios, y como por el otro, los propios usuarios muestran esta actitud conformista que desgraciadamente caracteriza a la mayoría de los mexicanos, justificando que los cortes son necesarios.
En efecto y como lo expuse anteriormente; los cortes son necesarios para completar los trabajos de mantenimiento, pero su duración me ha parecido excesiva, además de que la mayoría de las ocasiones, no han dado aviso a las zonas afectadas.
Así es que invito a todos los mexicanos a dejar a un lado el olvido que nos ha llevado de 70 años de imperialismo priista a 12 años de fascismo panista y exijamos tener los servicios que merecemos, no sólo en cuestión de suministro eléctrico, sino por parte de todas las instituciones a todos los niveles de gobierno, que parecen respaldarse en nuestro conformismo para seguir sin realizar su trabajo como se debe.
Fuente : SDPnoticias