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miércoles, 25 de julio de 2012

Aceptó IFE fraude electoral en diputación federal… y no hizo nada

24 DE JULIO DE 2012



MÉXICO, D.F. (apro).- “¡Ah hijuela!”, exclamó el funcionario del Instituto Federal Electoral (IFE) Andrés Pérez Velasco, cuando se le mostraron las discrepancias en la captura de resultados que terminaron, indebidamente favoreciendo al PAN en el distrito XV de la delegación Benito Juárez de la Ciudad de México.
Dicha discrepancia modifica el resultado electoral, ya que restó 220 votos a la coalición Movimiento Progresista (PRD-PT-MC), regala 300 votos cerrados al PAN, cuyo candidato, Jorge Francisco Sotomayor Chávez, está acusado de falsificar firmas al interior de su partido, para ser candidato.
Las irregularidades se siguen sumando. El pasado viernes 20 de julio, el material electoral se iba a trasladar, por lo que se levantó un acta en presencia de representantes de los partidos. Para sorpresa de los presentes, los paquetes estaban violados.
Aunque el historial de señalamientos contra el funcionario del IFE data de varias semanas, el pasado 7 de julio, el reclamo de los representantes del Movimiento Progresista, fue enérgico.
Empezó por recriminar al consejero presidente de la Junta Distrital 15, que hubiera asistido al festejo del panista Sotomayor Chávez; continuó recordándole que durante el recuento, le permitieron permanecer en el recinto electoral y, finalmente, le mostraron las actas de las casillas cuyos resultados fueron alterados por el IFE.
Pérez Velasco rechazó todo, salvo la acusación más grave, es decir, haber alterado el resultado electoral al momento de capturar las actas de cinco casillas que, de haberse redactado correctamente, hubieran dado la victoria a la candidata del Movimiento Progresista, Regina Ávila Rodríguez.
“Sin duda, con lo que me estás mostrando ahorita en los números –perdón si les suena frívolo lo que les voy a decir, pero es un error, no le voy a poner ya calificativos si un errorcito, un errorsote, si un error humano, no–, es un error y por las sumas que han hecho ustedes deberán modificarse (los resultados).
“Seguramente usted será la diputada aquí y enhorabuena candidata”, dijo el funcionario electoral según quedó asentado en una grabación de la que APROtiene copia.
“Pero parece que tenemos que analizarlo para los efectos de dónde fue el error. Primero, asumimos que había sido en el momento del recuento y al momento de levantar el acta. No.
“El acta dice lo que tiene que decir, sí dice los 112 votos, ciertamente en el número hay una costumbre en algunas personas de rayar el cero, de cruzarlo, no sé si eso generó la confusión al momento de hacerlo, pero al final del día es un error que al convalidarse moverá las cifras y al mover las cifras, dará un nuevo resultado. Eso no es que yo lo diga, es porque así es, así es el derecho, así es la voluntad de los ciudadanos y esa se respetará”, cantinfleó.
Ni una disculpa
Como ocurrió en todo el país, el pasado 6 de julio, el distrito 15 que abarca la delegación Benito Juárez, inició su recuento de votos. Un día después, el 7 de julio, el ejercicio concluyó pero en lugar de asentar los resultados de inmediato, el consejero presidente de la Junta, Andrés Pérez Velasco, giró instrucciones para que las constancias individuales del recuento de cada casilla, se capturaran y computaran fuera de la sesión permanente del consejo distrital, en las oficinas administrativas.
Fue ahí, en las oficinas administrativas del Consejo Distrital 15, donde se alteraron los resultados que aparecían en las constancias individuales de recuento para quedar en el cómputo con la ventaja para el PAN.
La alteración se registró en seis casillas, aunque en una de ellas se actuó con la suficiente presteza por lo que no se pudo perpetrar la irregularidad. Pero en cinco casillas más, la alteración de resultados es notable y se efectuó borrando un digito de la cifra o cambiando un número que modificó por completo el resultado.
En la casilla 4311 Contigua 2, el Movimiento Progresista obtuvo 22 votos, pero el resultado del Consejo Distrital publica 2 votos. La casilla 4332 Básica, arrojó para la izquierda 81 votos, pero se asentaron 31. En la 4409 Contigua 1, tuvo 93 votos, pero se anotaron 43. En la 4381 Contigua 1, hubo 112 votos pero sólo se anotaron 12. Hasta ahí, suman 220 votos menos para la mencionada coalición.
Para redondear la ventaja, en la casilla 4330 Básica, donde el PAN obtuvo 157 votos, se anotaron 457 a su favor, con lo cual se le favoreció con 300 votos.
Con lo anterior, el PAN obtuvo 86 mil 764 votos. Si se le restan los 300 votos agregados, resultan 86 mil 464. En tanto, conforme al resultado reportado oficialmente, el Movimiento Progresista obtuvo 86 mi 157. Al sumar los 220 votos robados, alcanzaría 86 mil 377. La diferencia oficial es de 607 votos, pero la diferencia real sería apenas de 87 votos.
Pero la ventaja se alcanzaría con otros votos que fueron registrados de manera errónea. En la sesión de recuento se grabaron todas las intervenciones y, conforme a la versión esteneográfica, se pudo constatar que, además de lo mencionado, hubo votos nulos que se dieron por buenos a favor del PAN, así como votos efectivos que se asentaron como nulos y favorecían a la candidata del Movimiento Progresista.
“Podríamos comprender que se tratara de un error si se hubieran registrado sin una tendencia concreta. Pero cuando todos los errores favorecen al PAN, es evidente que el árbitro electoral, y en particular, el consejero presidente Andrés Pérez Velasco, alteraron de manera dolosa el resultado de la elección”, afirma Hugo Torres, representante distrital del Movimiento Progresista.
A su vez, la candidata afectada por las mencionadas maniobras, advierte:
“Esta actuación ha destruido la credibilidad de la institución electoral. Yo soy maestra de secundaria y preparatoria. Ahora no puedo enseñarles a mis alumnos lo que siempre hice, que el órgano electoral es confiable, que la democracia existe en México y que el estado de derecho prevalece. Fui defraudada por el IFE”, sostiene Regina Ávila, quien radica en la colonia Nativitas y por primera vez compitió por un cargo de elección popular.
En la mencionada grabación, se escucha al consejero Pérez Velasco:
“Lamentablemente, para mi –al ver… supongamos que fueran esos cuatro errores y que con esos tuviéramos otros resultados–, en este momento nosotros ya no podemos hacer otro recuento ni otro cómputo distrital tendremos que esperarnos a que el Tribunal (Electoral) lo haga.
“Me parece que (el error) fue en la captura de este documento, porque las actas del recuento es correcto… el ejercicio del recuento es correcto, donde pasó lo que pasó, para no ponerle yo el calificativo, fue en captura, tendré que ver. No le quito seriedad al asunto, es muy serio y tiene una trascendencia muy clara que modificará el resultado. Realmente no creo que haya más que decir, porque ni siquiera es una disculpa”.
Un candidato con historia
El distrito 15 es emblemático para el PAN capitalino. El anterior diputado electo en ese distrito fue César Nava. Es territorio de disputa interna y uno de los bastiones que quedaron amenazados en las elecciones del pasado 1 de julio, el último reducto capitalino de ese partido.
Durante el proceso electoral, Federico Manzo Sarquis fue electo candidato en una contienda interna.
Sin embargo, justo a la mitad de la campaña, el 15 de mayo, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), determinó que Manzo fuera destituido por haber rebasado el tope de gastos de campaña en la contienda interna, por un monto de 500 pesos.
En la interna, la selección de Manzo y Sotomayor no dejó lugar a dudas: el primero obtuvo 493 sufragios, mientras que el segundo, apenas 171. Tras la decisión del TEPJF, Sotomayor asumió la candidatura que, debido a otras irregularidades, está impugnada.
Resulta que para obtener la candidatura, Sotomayor debía contar con un determinado número de firmas de apoyo entre militantes del distrito. Mediante un dictamen grafoscópico, por la perito Patricia Navarrete Téllez, el equipo de Federico Manzo pudo documentar que varias de las firmas presentadas por Sotomayor fueron falsificadas. Luego de recavar las firmas autógrafas, así como practicar diversas pruebas grafoscópicas de quienes presuntamente apoyaban al joven candidato, la experta pudo determinar que efectivamente son falsas.